Próximos al estreno de la última temporada de Stranger Things, uno de los fenómenos televisivos más grandes de Netflix, David Harbour atraviesa un momento personal y profesional sumamente delicado.
Es que, según trascendió, su compañera de elenco, Millie Bobby Brown, habría presentado una queja interna contra él por “acoso laboral” durante el rodaje de los nuevos episodios.
La denuncia, que habría sido entregada antes de finalizar la filmación, incluiría “páginas y páginas” sobre el comportamiento del actor, y habría dado pie a una investigación interna que, según la prensa internacional, se extendió durante varios meses.
Si bien desde Netflix evitaron hacer comentarios, se supo que la actriz británica habría contado con un acompañante permanente de su equipo en el set a lo largo de 2024, año en que se completó la grabación de la temporada final.

David Harbour, en el ojo de la tormenta: Netflix lo friza y su ex ventila sus problemas maritales
El escándalo llega en el peor momento para Harbour. A su crisis profesional se suma la reciente separación de la cantante Lily Allen, quien acaba de lanzar el disco West End Girl, donde alude abiertamente a los problemas de su matrimonio.
Aunque la ruptura se concretó hace casi un año, la artista presentó la demanda de divorcio en septiembre, apenas unas semanas antes de que Netflix difundiera el tráiler final de la serie. En las imágenes, el personaje del actor aparece con menor protagonismo que en entregas anteriores, un detalle que no pasó inadvertido entre los fanáticos.

Mientras sus compañeros de elenco celebran el cierre del ciclo y promueven activamente la serie, Harbour mantiene un silencio absoluto en redes sociales: cerró los comentarios de Instagram, no publica desde hace más de dos meses y, a diferencia de Millie Bobby Brown, no compartió el avance oficial. Su ausencia también se notó en los materiales de prensa y en la gira promocional que la plataforma lanzó este 3 de noviembre desde Los Ángeles.
El contraste con su coprotagonista no podría ser mayor. Brown, que desde hace tiempo consolidó su carrera más allá de Stranger Things, ha mantenido un perfil alto y se muestra activa en la promoción del final de la saga. Harbour, en cambio, parece quedar cada vez más relegado —incluso en la narrativa pública de la serie que lo catapultó a la fama—, mientras enfrenta el doble desafío de recomponer su imagen y sostener su lugar en un fenómeno que está por despedirse.
El silencio del actor y la falta de respuesta oficial de Netflix dejan más preguntas que certezas. Pero lo que parece claro es que, en el universo de Hawkins, el “monstruo” más temido esta vez no proviene del Upside Down, sino de una controversia que amenaza con eclipsar el gran final de una era.





