VAMOS A VOLVER
Artemio López asegura que la masiva movilización superó el medio millón de personas y confirma que el intento de proscripción no solo fracasó, sino que empoderó aún más a Cristina Fernández como la dirigente más influyente de la Argentina.
Multitud en Plaza de Mayo en solidaridad incondicional con Cristina Fernández de Kirchner, con banderas argentinas y pancartas de apoyo.
En Orsai // Jueves 19 de junio de 2025 | 07:43
El analista político Artemio López analizó la movilización histórica que desbordó la Plaza de Mayo, reivindicó la centralidad de Cristina Fernández de Kirchner y denunció que el Partido Judicial actúa como brazo ejecutor del poder económico para impedir su participación electoral. Con ironía, crítica y memoria, López repasa los errores del oficialismo, la desesperación opositora y el renacimiento del peronismo bajo el liderazgo indiscutido de CFK.
“No hubo menos de medio millón”: una plaza que desbordó la política
La jornada fue histórica. Según el analista político Artemio López, lo vivido en la Plaza de Mayo no tuvo precedentes desde la despedida presidencial de Cristina Fernández de Kirchner en 2015. Pero esta vez, dice, “hubo más gente que aquel día”.
“Es muy difícil calcular, pero no menos de medio millón”, aseguró López en diálogo con Radio 10.
“Hubo mucho más. Se superaron todas las expectativas”.
El dato es clave porque, como él mismo explica, en los últimos comicios hubo un ausentismo promedio del 45%. Una ciudadanía desmovilizada, desganada y desconectada de la política. Hasta que volvió Cristina.
“¿Quién podía romper ese clima? Cristina encabezando, ¿qué lista? La de la tercera sección electoral”.
Una jugada estratégica que, por su peso electoral, amenazaba con redefinir el mapa político de la provincia de Buenos Aires. Fue entonces cuando, denuncia López, entró en acción el llamado “Partido Judicial”, que junto a los grandes medios y el poder económico, trabajaron para proscribirla.
El tiro por la culata: la proscripción empoderó a Cristina
La paradoja es feroz: quienes buscaron sacar a Cristina del juego, terminaron fortaleciendo su centralidad.
“Lograron algo peor: que Cristina no participe, pero se empodere como la dirigente número uno de la Argentina”.
López observa que la masividad del acto superó incluso al peronismo. Hubo participación de sectores de izquierda democrática, como Myriam Bregman y Nicolás del Caño, e incluso del Partido Obrero, quienes reconocieron que la causa contra Cristina fue un intento explícito de proscripción.
“La centralidad que le han dado solo los gorilas la pueden lograr”, ironizó.
Desde las cintas de Perón a los audios de Cristina reproducidos en la Plaza, López traza un paralelismo que duele por su vigencia: cuando los liderazgos populares son perseguidos, la historia devuelve el fuego multiplicado.
La farsa del oficialismo y el ridículo de la represión
El acto fue tan masivo que ni el operativo para impedirlo logró frenar a la marea popular. Artemio López cuenta cómo se intentó boicotear el ingreso de los manifestantes con maniobras grotescas: controles de Gendarmería, amenazas a choferes de ómnibus y policías provinciales que actuaron como barrera de contención.
“Fue bastante desagradable. Subía el gendarme y se sentía un pelotudo caminando por ahí”.
Y no faltaron los intentos de minimizar el acto desde los medios oficialistas, obsesionados con balcones, bicicletas y carteles. “Todas pavadas, todas tonterías”, resume López, que dispara:
“El balcón de Cristina es la conexión directa entre el líder y el pueblo. No es arquitectónico. Es político”.
Un sistema político que se reordena detrás de Cristina
Para López, el sistema político argentino se ordenó de nuevo. Y el reordenamiento tiene un nombre y un apellido: Cristina Fernández de Kirchner.
“Ahora sí, la construcción de unidad es una demanda del conjunto”.
Con un peronismo golpeado por la inacción del Frente de Todos y por no haber escuchado a tiempo las advertencias de Cristina, la movilización fue el sacudón que necesitaba el movimiento para despertarse.
“La historia no va para atrás. Va para adelante. Y ahora hay que construir un peronismo moderno, con ideas nuevas”.
El macrismo, la proscripción y la derrota cultural
Para el analista, la marca de Mauricio Macri está detrás de esta estrategia de exclusión. Un personaje que, aunque caído en desgracia, sigue teniendo carpetas, plata y poder.
“Mal que me pese, es el personaje más tóxico y nefasto de la Argentina”.
La estigmatización ha sido sistemática: contra Cristina, contra La Cámpora, contra el balcón. Pero siempre fracasaron. Como en los ‘70 con Perón, la historia demuestra que los pueblos no olvidan. López lo resume con una imagen tan potente como amarga:
“Lo que les queda ahora es la cara de boludo después de esta marcha. Es impresionante”.
Democracia sin representación: el riesgo que asoma
Artemio cierra con una advertencia. El nivel de abstención, combinado con la proscripción de liderazgos, puede dejar a la Argentina al borde de un vacío democrático alarmante.
“Vamos a tener un presidente con el 10% del padrón. No lo digo como chicana. Es fuerte”.
El ejemplo es claro: Adorni, figura clave del oficialismo, ganó con el 17% del padrón. En 2001, Aníbal Ibarra había sido electo con el 13% en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Qué clase de representación real puede sostener un sistema así?
Cristina, liderazgo y futuro
La conclusión de Artemio López es tan contundente como esperanzadora:
“No solo conduce. Lo han potenciado de una manera tremenda”.
En lugar de haber cerrado una etapa, la proscripción ha abierto una nueva fase del kirchnerismo. Más lúcida, más desafiante, más decidida a no repetir los errores del pasado.
“La historia no terminó. Apenas empieza un nuevo capítulo”.
