El exsecretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación, José Ignacio de Mendiguren, expresó fuertes críticas hacia la reforma laboral promovida por el gobierno nacional. Según sostuvo, el proyecto impulsado por el oficialismo implicaría una fuerte degradación de las condiciones laborales, promoviendo la precarización del empleo y una significativa pérdida del poder adquisitivo para los trabajadores.
En una entrevista brindada en el programa Desafío 2025, conducido por Gabriela Ballester, De Mendiguren fue tajante al referirse a los objetivos del gobierno: “Lo que buscan es quitar derechos”, sentenció. Además, sostuvo que las modificaciones laborales responden a las exigencias del Fondo Monetario Internacional en el contexto del nuevo endeudamiento que enfrenta el país.
El exfuncionario también cuestionó el acuerdo con el organismo internacional, al considerar que “alquilar plata” para pagar deuda mientras se debilita el entramado productivo nacional solo conduce a un modelo insostenible. “La industria es el único sector que puede generar los dólares genuinos para saldar compromisos externos”, afirmó, y lamentó que no se planteen soluciones reales a los problemas de empleo, deterioro salarial y desigualdad en la distribución de la riqueza.
Pese a sus críticas, destacó que Argentina se encuentra ante una oportunidad estratégica gracias a sus recursos naturales clave, como el litio y el petróleo, muy demandados a nivel global. En ese marco, propuso discutir un modelo de país inclusivo y sostenible. “El debate es si vamos a ser dueños o inquilinos de nuestras riquezas”, remarcó.
De Mendiguren también apuntó contra la política comercial del Gobierno. Señaló que el retraso cambiario, sumado a una apertura de importaciones sin planificación, destruye el empleo local. “Estamos comprando choclo de Francia, comida para perros de Inglaterra y pan a Brasil”, denunció. Y fue aún más gráfico: “Destruyeron un taller de cien trabajadores para beneficiar a un mayorista que, con un teléfono, importa ropa del exterior”.
En relación con la reforma laboral, finalizó advirtiendo que desproteger al trabajador solo traerá consecuencias negativas. “Si avanzar en este proyecto significa menos derechos y salarios más bajos, nos estamos lastimando nosotros mismos”, alertó. También propuso una mirada alternativa: “En lugar de pensar a quién le quitamos, deberíamos discutir cómo producimos el doble”.