Débora Nishimoto se convirtió en una de las actrices más nombradas en los últimos días. Es que su personaje en Envidiosa es toda una revelación y más aún lo es en la segunda temporada que acaba de estrenarse en Netflix. Ella es Mei, la socia y eterna enamorada de Matías (Esteban Lamothe) y la tercera en el triángulo amoroso con Vicky (Griselda Siciliani).
Más allá de este particular papel que tuvo mucho rebote, algo que ella relaciona con mostrar a un personaje oriental en una ficción argentina, también llegó a oídos de todos por su relación con Lamothe. La onda entre ellos en el set traspasó la pantalla y hace varios meses que están juntos y bien.
Aunque no le gusta mucho hablar de eso, Nishimoto habla con Revista GENTE y cuenta algunos detalles de su vínculo. También analiza el éxito de la serie y confiesa qué cosas le generan envidia, aunque no «me considero una persona envidiosa».
-¿Por qué Matías debería quedarse con Mei?
-Porque es una chica que sabe lo que quiere, no cambia de parecer todo el tiempo y tiene una chispa y espontaneidad que les hace bien a los dos.
-¿Qué tiene Matías que se vuelve irresistible para Mei y para Vicky (Griselda Siciliani)?
-Esos pelos rubios irresistibles.
-¿Cómo crece tu personaje en la segunda temporada?
-Mei pasa a mostrarse más vulnerable, más de carne y hueso. Le pasan cosas, tiene celos, enojo, ira. Antes estaba siempre contenta y de buen humor. Ahora está sonriente pero muchas veces más seria y sale un lado de ella competitivo también.
-¿En qué te sentís identificada?
-En que sé lo que quiero.
-¿Sos envidiosa?
-No me considero envidiosa, aunque reconozco que en algún momento todos sentimos envidia.
-¿Qué cosas te dan envidia?
-Las personas con memoria, que vieron una película hace diez años y se acuerdan de todos los detalles, que se acuerdan anécdotas, viajes de hace mucho tiempo. Yo tengo muy mala memoria y mis amigas siempre me deben rellenar los huecos de viajes que hicimos porque no recuerdo la mitad de las cosas.
-¿Por qué pensás que la gente se refleja tanto en Vicky?
-Porque muestra cualidades humanas muy en carne viva, exageradas pero reales.
-¿Te pesa la edad en cuestiones relacionadas con la pareja?
-La verdad, no.
-¿Y en tema hijos?
-Tampoco. En mi círculo de amigas ninguna es madre aún. Igual, es cierto que aunque los tiempos y las maneras de vincularse hayan cambiado, biológicamente hay un reloj de la edad en la mujer que sigue siendo el mismo.
-¿Creés que las mujeres seguimos estando presas en ciertos mandatos?
-En varios aspectos cambió, pero inevitablemente a algunas mujeres les sigue afectando. No todas tenemos la misma educación ni las mismas posibilidades. Y por más que yo crea que ya no estamos «presas» de ciertos mandatos, eso se cierra a mi pequeño círculo de amigas mujeres.
-¿En cuáles y por qué?
-Creo que hoy en día hay algunos sectores de la sociedad en los que las mujeres priorizamos más el desarrollo de nuestra carrera profesional que el casamiento, la familia, la casa propia. Mis abuelos eran más estrictos que mis papás conmigo, por ejemplo. Mis padres nunca me presionaron con el casamiento o los hijos.
-Si tuvieras que definir a Débora fusionando características de las otras mujeres de Envidiosa, ¿cuáles serían y de quiénes?
-Sólo me veo parecida en algunas cosas de Caro (PIlar Gamboa), a la hermana de Vicky, por su relación con la naturaleza y ese lado más «hippie» por el que Vicky la carga. Cada vez que puedo necesito escaparme lejos de la ciudad.
Débora Nishimoto cuenta cómo vive su romance con Esteban Lamothe
Lamothe y Nishimoto compartieron meses de rodaje y de mucha química. Si bien ella ya lo conocía y le parecía «un potro», sabía que él estaba de novio. El tiempo pasó y las cosas cambiaron: Esteban se separó y empezó a sentir cosas por ella pero dudaba, no estaba seguro si era recíproco.
De hecho, según contó en un canal de streaming, le pidió consejo a Griselda Siciliani y ella le dijo que la invitara a salir. Ahora, en plena primavera del amor, se muestran juntos en las redes. Desde vacaciones a cenas y varios encuentros gastronómicos con amigos son parte de la rutina de la pareja. «Después de buscar la forma de seguir viéndonos con excusas, él me dijo de salir», cuenta.
-En redes se vienen mostrando muy enamorados con Esteban, ¿cómo venís viviendo la exposición de esa relación?
-Aprendiendo todos los días.
-Hay algo de la dinámica de Mei y Matías que traspasó la pantalla, ¿Cómo fue el rodaje con él y qué fue lo que te enamoró?
–El rodaje fue muy divertido, todos los tiempos muertos nos la pasábamos charlando y riéndonos. Intercambiábamos libros, música. Me hacía muy feliz escuchar sus anécdotas y reírme tanto.
-¿Podés contarnos algo de cómo fue la primera cita? Esteban dijo que te mandó un mensaje, pero que no estaba seguro si había onda o no.
-Terminaba el rodaje y nos dimos cuenta los dos de que queríamos seguir viéndonos, pero ninguno daba el primer paso. Empezamos a buscar planes como ir a ver una banda, una fiesta, cualquier cosa, hasta que él me dijo directamente de vernos.
-¿Hay más temporadas de Envidiosa, verdad??
-Sí, se acaba de confirmar la tercera. Ojalá Mei siga, me encantaría que continúe creciendo, teniendo más matices y que su historia se desarrolle más.
–¿Cómo vivís el éxito de la serie y que muchos hablen de vos como la gran revelación?
-El éxito de la primera temporada me sorprendió y cuando vi la segunda supuse que también le iba a ir muy bien. Tenía muchas ganas de que la gente viera el crecimiento de Mei. La gente en la calle, en las redes y en todas las notas que surgieron me llenan de amor. Muchos me dicen que les encanta ver un personaje oriental en una ficción argentina: eso no sucede muy seguido. Le da otro color, otra manera de ver el mundo, otro tipo de humor. Lo que ella le dice a Matías viene de un personaje con un bagaje cultural diferente al resto de las mujeres, y eso hace que la serie se vuelva más compleja y amplia.
Fotos: Rocío Bustos
