En la previa a un partido que promete ser para el infarto, Ovación charló con Gonzalo de los Santos, quien fue protagonista de un recordado encuentro entre Racing y Peñarol en el Cilindro de Avellaneda por la Copa Libertadores de 1997.
Era mayo de ese año. La ida la había ganado el aurinegro 1-0 con un tanto del Bola Robert Lima, la noche del miércoles 21 en el Estadio Centenario.
Siete días más tarde se volvieron a ver las caras, pero en Buenos Aires. La Academia se impuso 1-0 con gol del Mago Rubén Capria y por penales, los dirigidos en ese entonces por Alfio Basile avanzaron a las semifinales del torneo.
Y esa serie no fue una más. Quedó en el recuerdo de muchos, sobre todo, de los protagonistas, de un lado y del otro. El Gaucho De los Santos fue uno de ellos y a la hora de recordar aquella revancha no dudó en hacer una similitud con lo que pasó el martes en el Estadio Campeón del Siglo.
“En los días previos al partido me puse a buscar en YouTube a ver si había algo de aquel Racing-Peñarol del 97 y lo encontré. Se lo mostré a mi hijo y lo miramos. Y viendo luego lo que pasó en el Campeón del Siglo el martes, te puedo asegurar que fue un extracto o un resumen de lo que eran las batallas de antes de la Copa Libertadores de la década del 90 o comienzos de los 2000. No tuvo nada que ver a lo que es la Libertadores de ahora que en muchos casos, por estilos de juego de los grandes equipos, se puede asemejar más a lo que es el fútbol europeo”, comenzó diciendo Gonzalo de los Santos desde España, del otro lado del teléfono y del Océano Atlántico.
Y respecto a lo que pasó la noche del 28 de mayo en Avellaneda, el salteño de 49 años que jugó esa llave con 20, dijo que “siempre hay cosas que se te olvidan, pero hay otras que te quedan marcadas”. Una de las situaciones que marcaron al Gaucho fue la de su expulsión en el segundo tiempo de aquel encuentro, aunque no todo fue tan malo: “Mauro Navas era el mejor jugador de Racing. Era el diferente junto al Mago Capria. También estaba el Chelo Delgado en gran nivel. YNavas, que estaba surgiendo, destacaba por su dinámica y tenía mi edad, había jugado el primer tiempo de lateral derecho, pero en el segundo pasó a ser 8. En un balón largo que disputamos, él me quiere poner el brazo abajo de la axila, sobre las costillas. En ese momento siento un dolor, pensé que había sido un codazo ahí y bueno, lamentablemente me salió el Gaucho de adentro y le di yo un codazo que me costó la roja”.
“El trance del partido, el estadio que estaba a reventar, la Libertadores, las pulsaciones fueron cosas que me llevaron a esa reacción”, recordó el exvolante que luego contó la parte no tan mala de la historia: “Ahí mi miedo era haber dejado a Peñarol con 10, pero cuando me voy yendo de la cancha, re caliente, y me doy vuelta para mirar al árbitro, veo que expulsó a Navas y por dentro dije ‘bueno por lo menos me llevé al mejor de ellos’”.

Foto: Archivo El País.
Peñarol la pasó mal en Avellaneda en 1997
Adentro de la cancha, el clima fue de “ringui-ranga” como suele decirse en esta clase de partidos, pero afuera, a Peñarol le hicieron sentir el clima de Copa Libertadores con algunas artimañas de la época que Gonzalo de los Santos se encargó de rememorar: “En ese partido vivimos circunstancias ajenas al juego también que nos dolieron mucho. Cuando llegamos al estadio, no había luz. Aquella era la época en la que se calentaba dentro de los vestuarios ya que los estadios tenían una zona destinada a eso como la tuvo en su momento el Estadio Centenario. Nosotros llegamos y estaba todo apagado, todo oscuro. Incluso se tuvieron que prender algunas velas para poder calentar y poder movernos”.
Pero la cosa no quedó ahí. Después del fútbol hubo otro episodio con el que tuvo que lidiar el plantel de Peñarol en el Cilindro de Avellaneda.
“Luego del partido, con la calentura de la eliminación, teníamos solamente agua fría en las duchas. Era mayo, casi invierno. Obviamente fueron todos movimientos estratégicos de Racing para hacernos sentir la localía de ellos. Esa era la antigua Libertadores”.
“Hoy por eso te pueden multar, quitar puntos o sancionar el estadio y más, pero en aquella época era así y por eso siempre se dijo que la Copa Libertadores y las Eliminatorias sudamericanas son las más duras del mundo”, remarcó.

Foto: Archivo El País.
Una serie que parece ser un calco de aquella recordada llave de 1997
Gonzalo de los Santos se radicó en España y allí vive junto a su familia. El martes se quedó hasta las 2:30 de la mañana para ver a su querido Peñarol y miró el partido junto a su hijo Lalo.
“Lo miré íntegro con mi hijo al lado y le dije que estaba mirando el mismo partido que yo había jugado en el Centenario en 1997 aunque no recuerdo bien el desarrollo porque me quedó más grabado a fuego el de Avellaneda por el tema de la luz, el agua y la expulsión, por supuesto”, recordó.
Y si habrá quedado grabado a fuego ese partido que el Gaucho ni titubeó en recitar de memoria al equipo titular que salió a jugar ese partido en Buenos Aires: “Formamos con Fernando Alvez, el Negro Tais, el Caballo De los Santos, el Vasco Aguirregaray y el Bola Lima, Marcelo Romero de 8, yo de 5, Pablo Bengoechea de 10, el Pato Aguilera suelto con el Tony Pacheco y Luis Romero. Después del gol de Racing que fue en el primer tiempo, dominamos completamente”.
En cuanto al juego, De los Santos volvió a insistir que lo del martes fue un calco de aquella noche en Avellaneda: “La pierna fuerte como estrategia, las segundas pelotas, el juego trabado, la cancha en mal estado. Y vi todas las declaraciones de la gente de Racing pero no puede ser un excusa el campo de juego. Para mí la cancha puede tener un 20% de culpa, el resto es tu manera de jugar y plantear el partido contra el rival”.

Foto: Estefanía Leal | El País
Lo que puede pasar en una revancha que promete y mucho
Para Gonzalo de los Santos, Peñarol tiene que plantarse con el 4-2-3-1 de Diego Aguirre “bien posicionado en bloque bajo”. “Cerca del área y con cuatro futbolistas que se van a soltar a la ofensiva porque imagino un partido de esos históricos de Copa Libertadores”, agregó.
¿Qué sería un partido de esos históricos? “Defender bien en tu área, dejar el arco en cero y aprovechar las tres o cuatro chances que se te pueden dar en la ofensiva”, respondió el salteño.
De la defensa, el Gaucho destacó el trabajo de Javier Méndez contra Maravilla Martínez y el nivel de Nahuel Herrera: “Jugaba con mi hijo en séptima y hoy es un monstruo. Está en un nivel espectacular, es jugador de selección”.
Gonzalo De los Santos remarcó y cerró diciendo que este tipo de cruces son apasionantes: “En la Copa Libertadores vale todo, es como que estás defendiendo a tu país contra otro y esa energía se traslada a querer meter pierna fuerte en lugar de un caño, a querer ganar las divididas antes que hacer una triangulación por abajo. Eso contagia más al hincha y sobre todo al de Peñarol”.