
Barcelona
Pau Tarragona, estudiante de ingeniería aeroespacial en TU Delft, apasionado por la innovación y el emprendimiento tecnológico.
¿Qué podemos aprender en Barcelona de la relación universidad-empresa en Delft?
Delft es un referente europeo en innovación por la colaboración entre universidad y empresa. El entorno del campus acoge gran variedad de empresas, desde grandes multinacionales hasta startups emergentes. Con frecuencia, algunas compañías realizan presentaciones en la universidad para dar a conocer sus proyectos y ofrecer oportunidades laborales.

Pau Tarragona
Barcelona Global
Un elemento clave del ecosistema es YES!Delft Students, una incubadora universitaria de referencia en Europa, que apoya a emprendimientos del entorno académico desde su creación con mentorías, financiación, contactos y acompañamiento. Además, existe la oportunidad de adquirir experiencia en algunos sectores a través de equipos de estudiantes. Estos trabajan durante meses en proyectos tecnológicos, como un avión propulsado por hidrógeno líquido o coches solares.
Así combinan el aprendizaje técnico con liderazgo, gestión y trabajo en equipo. Este modelo favorece que los estudiantes desarrollen las competencias fundamentales, adquieran iniciativa y una red de contactos desde el inicio de su formación. Barcelona podría adoptar este enfoque para potenciar así su ecosistema innovador e impulsar la cooperación con los centros de formación.
¿Cómo se podría trasladar este modelo a Barcelona?
Barcelona ya destaca como uno de los grandes centros de innovación en el marco europeo y tiene la oportunidad de convertir sus universidades y escuelas en auténticos laboratorios de ideas. Impulsar un ecosistema donde converjan formación, innovación y emprendimiento incentiva el aprendizaje práctico y despierta la pasión de los estudiantes por sectores emergentes. Percibiendo el impacto tangible de sus proyectos, encuentran un mayor sentido a los estudios teóricos y refuerzan competencias aún por consolidarse, como la motivación y el trabajo en equipo.
Esta estrategia resulta esencial para que la ciudad continúe cautivando, captando y reteniendo talento técnico de alto nivel. Al potenciar también la conexión con programas de incubación, mentoría y colaboración ya asentados en el territorio, se facilita la materialización de ideas que nutren el tejido empresarial local. Reforzar el emprendimiento y la innovación desde la base universitaria no solo enriquece la experiencia universitaria, sino que impulsa también un crecimiento económico sostenible y diversificado, capaz de atraer miradas globales y seguir así proyectando Barcelona como un punto de referencia para el talento.