Dentro del viaje de Ty Simpson desde calienta bancas de Bama hasta aspirante a Heisman

TUSCALOOSA, Alabama – El 10 de enero de 2024, dos días después del mariscal de campo suplente Simpson Decidió permanecer en Alabama en lugar de transferirse, el entrenador de Crimson Tide, Nick Saban, anunció su retiro, poniendo fin a su notable carrera de 17 años en la escuela que incluyó seis campeonatos nacionales.

Aunque Saban ya no estaba a cargo, todavía encontró tiempo para darle a Simpson una mordida más mientras limpiaba su oficina.

Muchas veces durante las dos temporadas anteriores, cuando Simpson se quedó atrapado detrás de los titulares Bryce joven y Jalen MilroeSaban le advirtió que no se concentrara demasiado en el resultado y en lo que hacían los demás en lugar de intentar mejorar.

«Para ser honesto, me molestó un poco porque no pensé que tuviera ningún sentido», dijo Simpson. «Pensé que sólo me quería fuera de su oficina».

Ese fue también el mensaje de despedida de Saban a Simpson.

«Fue brutalmente honesto», dijo Simpson. «Me dijo: ‘Eres un buen chico. Soy un gran admirador y te amo, pero tienes que dar el siguiente paso. No puedes estar haciendo esto'».

El meteórico ascenso de Simpson de ser un jugador que no podía entrar al campo a tener las terceras mejores probabilidades de ganar el Trofeo Heisman y ser una posible selección entre los cinco primeros en el draft de la NFL de 2026 no fue fácil.

Después de un impresionante desliz en la apertura de la temporada contra Estado de Floridael número 4 Marea carmesí (8-1, 6-0 SEC) han ganado ocho juegos seguidos de cara al enfrentamiento de la SEC del sábado contra el No. 12 Oklahoma (7-2, 3-2) en el estadio Bryant-Denny (3:30 pm hora del Este, ABC).

«Creo que si no perdemos ese primer juego, no estaríamos donde estamos, para ser honesto», dijo Simpson. «Creo que el primer juego nos hizo reflexionar y comprender: ‘Muy bien, ¿qué vamos a hacer ahora?'».

CUANDO ALABAMA FIRMÓ Simpson, se creía ampliamente en el programa que eventualmente reemplazaría a Young, quien fue elegido por los Carolina Panthers con la primera selección del draft de la NFL de 2023.

Simpson tenía el talento y la experiencia: era el mariscal de campo de doble amenaza número 2 en la generación de 2022 en el ranking de reclutamiento de ESPN. Fue el Jugador del Año de Tennessee Gatorade después de lanzar para 2,827 yardas con 41 touchdowns mientras llevaba a Westview High a un campeonato estatal de Clase 2A en su último año. Y Simpson había estado involucrado en el deporte toda su vida. Su padre, Jason, está en su vigésima temporada como entrenador en jefe en el programa FCS. Tennessee-Martin.

Sin embargo, durante sus dos primeras temporadas en Alabama, Simpson no pudo apartarse de su propio camino. Después de vestirse con camiseta roja como estudiante de primer año, no pudo vencer a Milroe por el puesto de mariscal de campo titular e intentó solo 20 pases en seis juegos en la última temporada de Saban en 2023.

Según Saban, Simpson no pudo alcanzar a Milroe porque pasó demasiado tiempo castigándose a sí mismo.

«Estaba muy tenso y siempre estaba mirando qué tan bien lo hacía en comparación con lo bien que lo hacía alguien más», dijo Saban, quien ahora trabaja como analista para ESPN. «Era casi como competir para ver quién vende más autos. Están corriendo de un lado a otro preocupándose por lo que están haciendo los demás, no totalmente concentrados en lo que están haciendo. Si hacía una mala jugada, se frustraba por completo y cometía otra mala jugada».

Después de que Crimson Tide contratara a Kalen DeBoer de Washington dos días después del repentino retiro de Saban, el primer encuentro de Simpson con su nuevo entrenador tampoco fue bien. Fue poco más que un breve apretón de manos, como lo recuerda Simpson.

«Me acabo de presentar y él me dejó boquiabierto», dijo Simpson. «Él dijo: ‘Sí, nos reuniremos con todos más tarde'».

Mientras Simpson observaba a DeBoer pasar tiempo con Milroe, se preguntó si todavía era la decisión correcta permanecer en Alabama. Cuando el mariscal de campo de Washington austin mack anunció que se transferiría para unirse a su entrenador, Simpson solicitó una reunión con DeBoer para determinar cuál era su posición con el nuevo personal.

En ese momento, la sala de quarterbacks de Alabama también incluía Julián Sayínel pasador de doble amenaza número 2 en la promoción de 2024. Sayin se transfirió a Estado de Ohio nueve días después de la contratación de DeBoer.

«Pedí una reunión con él porque estaba contemplando si me querían aquí», dijo Simpson. «Estaban trayendo a Austin. Sabía que Jalen era el titular. Simplemente no sabía cuál era mi lugar».

Detrás de escena, las ruedas ya estaban en movimiento para encontrarle a Simpson un nuevo equipo si no lo querían en Tuscaloosa. Su madre, Julie, estaba en la ciudad ayudándolo con la mudanza cuando Saban anunció que dejaría el cargo. Se quedó aproximadamente una semana para ayudar a su hijo a determinar su futuro.

Tras la incómoda presentación de Simpson a DeBoer, su familia comenzó a explorar opciones. Los padres de Simpson le dijeron que no asistiera los dos primeros días de clases por si quería transferirse. Se decidió que si Simpson tenía que dejar Alabama, se transferiría al rival de la SEC. Georgia. Su madre ya estaba buscándole un lugar para vivir en Atenas.

Jason Simpson contactó a los co-coordinadores ofensivos de Alabama, Nick Sheridan y Ryan Grubb (quienes dejarían el mes siguiente para ser el coordinador ofensivo de los Seattle Seahawks) y tuvieron buenas conversaciones con ellos. Pero no había garantías de que Ty jugaría la próxima temporada, ya que Milroe que regresaba había llevado a Crimson Tide a un récord de 12-2 y una aparición en los playoffs de fútbol universitario.

«El momento fue muy rápido», dijo Jason Simpson. «Como su padre, no podía decirle qué era lo correcto».

Al final, las preocupaciones de Ty desaparecieron después de su reunión con DeBoer, quien acababa de guiar a Washington a una temporada regular invicta. Los Huskies, liderados por el mariscal de campo Michael Penix Jr. y una ofensiva de alto vuelo, perdieron ante Michigan 34-13 en el Campeonato Nacional CFP.

Además, si Simpson se hubiera transferido a Georgia, probablemente se habría sentado detrás del titular que regresó. carson beck. Si iba a volver a ser suplente, Ty pensó que bien podría hacerlo en un lugar familiar con compañeros de equipo que amaba.

«Él oró mucho acerca de ir a Alabama y supo que allí era donde el Señor lo estaba guiando», dijo Julie Simpson. «Me dijo: ‘Sé que aquí es donde él quería que estuviera, así que no me iré. Voy a aguantar y ver qué sucede con esto'».

JULIE SIMPSON LO SABÍA desde temprana edad que su hijo era más motivado que la mayoría de los niños. Cuando Ty tenía 4 años, ella lo inscribió en fútbol para ayudarlo a quemar energía. En las primeras prácticas, acribilló a su entrenador sobre las reglas del juego y lo que se suponía que debía hacer.

Cuando Ty empezó a coleccionar cromos deportivos, se convirtió en una obsesión. Lo llevó por toda la ciudad en busca de mochilas.

Los padres de Simpson lo hicieron esperar un año después de que fuera elegible para inscribirse en el fútbol americano, pero se comprometió con todo una vez que comenzó a jugar. Como Jason estaba ocupado entrenando al equipo de UT Martin, Julie grabó en video las prácticas y los juegos de Ty. Dejaría la cámara en la oficina de Jason y un miembro del personal descargaría la cinta.

Jason y Ty revisaron las prácticas y los juegos juntos, y su padre ofreció sugerencias sobre cómo mejorar su mecánica, señalando a los receptores que extrañaba y enseñándole cómo ajustar a sus linieros ofensivos.

Ty estaba en cuarto grado.

«Regresaba a sus prácticas y literalmente se lo contaba a sus compañeros de equipo y amigos y ellos hablaban de ello en la escuela», dijo Julie. «Afortunadamente, tenía algunos entrenadores amables. Le preguntaban a Ty qué decía su padre y él les contaba. Ahí es donde comenzó a obsesionarse con el fútbol aún más de lo que ya estaba».

Después de los juegos de UT Martin, Julie analizó la hoja de estadísticas durante las conferencias de prensa de su marido. Cuando Ty tuvo edad suficiente para comprender las estadísticas, se aseguró de que él también tuviera una puntuación. En Alabama, Ty todavía lleva uno a las entrevistas posteriores al juego y critica lo que hizo y no hizo bien la ofensiva.

«Me río porque, por más que tenga el entrenador Saban, y puedes tener muchos en dos años y medio, si escuchas a su padre en cualquiera de sus conferencias de prensa, Ty suena igual que él», dijo Julie.

Al crecer en Tennessee, a Ty le encantaba cazar patos. Comenzó a hacer sus propios cantos de pato, y eso también se convirtió en una obsesión, mientras trabajaba para hacerlo bien. Julie tenía que usar auriculares en su casa porque él fallaba las llamadas con mucha frecuencia.

Un día, en la escuela secundaria, Ty llamó a su madre y le dijo que otro conductor había chocado por detrás con su camión. Estaba bien y dijo que el accidente no estaba mal. Cuando Julie llegó al lugar, se dio cuenta de que era mucho peor de lo que Ty describió. El otro coche quedó destrozado y su camioneta sufrió graves daños. Otros conductores le dijeron que la colisión sonó como un choque de trenes.

«Estaba fallando mis llamadas de pato», le dijo Ty. «No lo escuché».

En sus primeras tres temporadas en Alabama, el anhelo de Ty por la perfección terminó por frenarlo. Como hijo de un entrenador, estaba más familiarizado con las X y las O que la mayoría de los jugadores. Había estado dibujando defensas y árboles de rutas en una pizarra con los entrenadores de UT Martin desde que tenía 10 años.

Durante la escuela secundaria, Ty recibió tutoría de jóvenes asistentes que terminaron convirtiéndose en algunas de las mentes ofensivas más brillantes del juego: el entrenador de línea ofensiva de Georgia Tech, Geep Wade, el entrenador de mariscales de campo de los Panthers, Will Harriger, el coordinador ofensivo de Nebraska, Marcus Satterfield, y el coordinador del juego de pases de los Bengals, Justin Rascati, entre otros.

Ty tenía un conocimiento tan complejo del juego cuando llegó a la universidad que Jason Simpson instó a su hijo a confiar en sus instintos.

«Es un perfeccionista cuando se trata de lanzar y está muy enamorado del juego de pies y del remate y de cómo se supone que la pelota debe girar correctamente y esas cosas», dijo Jason. «Ahora creo que ha aprendido a simplemente completar el pase y seguir adelante. Eso lo arreglaremos en la temporada baja».

La frustración de Ty por su falta de tiempo de juego al principio en Alabama se desbordó cuando hizo la lectura incorrecta en una jugada en la línea de gol durante una práctica de primavera en 2023. El entonces coordinador ofensivo Tommy Rees se abalanzó sobre él y Jason Simpson sintió que su hijo todavía estaba luchando durante el viaje a casa. El incidente dejó a Ty llorando y preguntándose si alguna vez tendría la oportunidad de jugar en Alabama.

«Hombre, ¿dónde estás con tu fe?» Jason Simpson le preguntó a su hijo. «Porque no deberías tener ese tipo de ansiedad. Tienes que ser capaz de dejarla ir. No puedes simplemente sentarte ahí y repetir cada jugada todo el tiempo en tu cabeza cuando cometes un error».

Saban describió el comienzo de la carrera universitaria de Ty como un «ciclo de espiral negativa».

«Simplemente se estaba concentrando en todas las cosas equivocadas», dijo Saban. «Es un gran niño; no encontrarás un niño mejor. Pero a veces los grandes niños están programados y son impulsados ​​a la perfección, lo que puede ser una maldición o una bendición dependiendo de cómo lo apliques a ti mismo».

Jason sabía que cada vez que Ty regresaba a casa, lo acribillaban a preguntas sobre si alguna vez jugaría o sería el titular de Alabama.

«Eso afecta a cualquiera», dijo Jason. «Simplemente creo que con el tiempo aprendió a manejar eso mejor. Su fe jugó un papel importante para quitarle eso de encima, al darse cuenta de que tiene muchas bendiciones y que no solo se le identifica si es el mariscal de campo titular en Alabama».

LA ÚLTIMA TEMPORADA, COMO Alabama tuvo problemas durante una temporada de 9-4, Ty volvió a jugar con moderación, intentando 25 pases en seis juegos.

Sin embargo, en las prácticas, Ty demostró a DeBoer y sus asistentes que estaba listo para tomar las riendas. Una vez que Milroe se declaró para el draft de la NFL, Ty tuvo que luchar contra Mack y un estudiante de primer año de gran prestigio. Keelon Russell para el puesto titular esta temporada baja.

Lo más importante es que Ty ya no estaba luchando consigo mismo.

«Un día, todo hizo clic», dijo. «Me di cuenta de que tenía que preocuparme por mí mismo y simplemente jugar. Entendí lo que [Saban] Se refería a estar orientado a resultados. Dejé de preocuparme por lo que fulano de tal pensará de mí o lo que el entrenador Saban dirá de mí».

Finalmente, en el primer partido de Alabama en Florida St. Después del 30 de agosto, Simpson salió al campo como titular. Su debut fue un desastre, ya que completó 23 de 43 pases para 254 yardas con dos touchdowns en la sorprendente derrota del Tide por 31-17. Fue despedido tres veces, ya que el Tide no tuvo respuestas contra un equipo que terminó 2-10 en 2024.

Si bien DeBoer podría haber sido el enemigo público número uno en la radio deportiva de Alabama y en los foros de mensajes de los fanáticos, Simpson quedó en segundo lugar. Su padre incluso recibió un correo electrónico de un fanático descontento que llamó a su hijo el «peor mariscal de campo en la historia de Alabama».

«Estaba bastante oscuro, voy a ser honesto contigo», dijo Ty. «Sólo por todo el trabajo duro, toda la espera y la preparación. Había estado esperando tanto tiempo por esto. Finalmente tuve mi oportunidad en un ambiente loco con un buen equipo. Era todo lo que pedí, ¿verdad? Y todo simplemente se desmoronó en mis manos».

Julie y Jason sintieron que Ty estaba pasando apuros, así que condujo hasta Tuscaloosa y pasó la semana con él. Ella trajo consigo su goldendoodle, Rip, que lleva el nombre del peón del rancho en el programa de televisión «Yellowstone». Ella cocinaba sus comidas favoritas, como lasaña y galletas con chispas de chocolate, y le brindaba «amor incondicional».

Jason le dio una evaluación honesta. Cuando Ty le preguntó a su padre cómo jugó contra los Seminoles, su padre le dijo: «Bueno, sabes, no jugaste muy bien. Con la forma en que está construida la ofensiva de todos ustedes, quienquiera que juegue como mariscal de campo en ese sistema tiene que jugar a un alto nivel».

DeBoer y Grubb, quienes regresaron a Bama esta temporada, le dijeron a Ty lo mismo: tenía que jugar mejor para que la ofensiva del Tide funcionara. DeBoer abrió la competencia de mariscales de campo la siguiente semana en la práctica, dándole a Mack algunas jugadas con la ofensiva número uno.

En lugar de regodearse en sus errores como podría haberlo hecho en el pasado, Simpson practicó con resentimiento y se puso a trabajar.

«Probablemente lo tomó por sorpresa por un segundo, pero respondió de manera excelente durante toda la semana y rindió excepcionalmente bien ese sábado», dijo DeBoer. «Era lo que necesitábamos que hiciera. Estoy muy orgulloso de él porque puede ser de dos maneras: los chicos pueden decir, ‘Vaya, simplemente no creen en mí'». Puedes sentir lástima por ti mismo o puedes rendirte e ir a competir y mejorar».

En la goleada de Alabama por 73-0 sobre Louisiana-Monroe el 6 de septiembre, Simpson completó cada uno de sus 17 intentos de pase para 226 yardas y tres touchdowns.

Tres semanas después, lanzó para 276 yardas con tres touchdowns (uno corriendo) en una victoria por 24-21 en el entonces No. 5 Georgia, poniendo fin a la racha de 33 victorias consecutivas en casa de los Bulldogs.

«Él tenía la habilidad y el talento», dijo Saban. «Se enredó psicológicamente en sí mismo hasta el punto de que no podía funcionar muy bien. Aprendió a no hacer eso. Creo que aprendió y escuchó, y quería ser bueno. Es muy bueno en la autoevaluación, pero ahora se autoevalúa de una manera positiva, no de una manera que lo frustre».

Cuando Simpson mira una hoja de estadísticas ahora, sigue siendo crítico. Si Crimson Tide retuvo el balón durante 38 minutos y anotó 27 puntos, notará que probablemente dejaron un par de touchdowns en el campo. Si lo capturaron cuatro veces, reconoce que probablemente debería haber sacado el balón antes.

Pero también se felicitará por completar un pase al corredor. Jam Miller en un lanzamiento de cuarta oportunidad, o para controlar un pase a Germi Bernardo cuando un defensor estaba en su cara.

A lo largo de nueve juegos, Simpson ha completado el 66.9% de sus intentos para 2,461 yardas con 21 touchdowns y una intercepción.

«Sabías que era capaz», dijo DeBoer. «Todos tienen confianza en él. A medida que continúa dando un paso al frente y hablando, es genuino. Debido a que trabaja duro, el equipo realmente responde y lo toma de manera positiva cuando se critica a sí mismo y a nosotros como ofensiva o como equipo».

Ha habido un par de objetivos escritos en el calendario familiar de los Simpson este otoño. El hermano menor de Ty, Graham, lo siguió como mariscal de campo titular en Westview High. La temporada pasada lanzó para 4,135 yardas con 57 touchdowns y una intercepción. Tuvo un récord estatal de 620 yardas con ocho touchdowns en un juego.

Alabama, Arkansas, Auburn, Ole Miss, Miami y Vanderbilt se encuentran entre los programas que ya le han ofrecido una beca a Graham, que está en la promoción de 2028.

Esta temporada, los Chargers tienen marca de 10-0 y están entre los favoritos para ganar el título estatal Clase 3A. El partido de campeonato estatal se jugará en el estadio Finley de Chattanooga, el día antes del partido de campeonato de la SEC en el estadio Mercedes-Benz de Atlanta.

A los Simpson nada les gustaría más que jugar una doble cartelera el primer fin de semana de diciembre.