El gobernador bonaerense Axel Kicillof sufrió un revés en el plano judicial luego de que el fiscal Álvaro Garganta desestimara una denuncia que involucraba a 24 efectivos de la Policía de la Provincia. La acusación apuntaba a una supuesta conspiración en su contra, motivada por el apoyo de los agentes a la precandidatura del excomisario Maximiliano Bondarenko, identificado con el espacio libertario.
La denuncia había sido impulsada por el ministro de Seguridad bonaerense, quien tomó medidas disciplinarias contra los uniformados por considerar que su respaldo a Bondarenko comprometía la neutralidad institucional de la fuerza. Sin embargo, el fiscal Garganta decidió no avanzar con la imputación de los 24 agentes, aunque sí dispuso que continúe una investigación específica sobre siete de ellos.
Estos siete policías se encuentran bajo mayor escrutinio debido a que son propietarios de las computadoras que serán sometidas a peritajes judiciales. De acuerdo con fuentes judiciales, los dispositivos contendrían archivos que podrían vincularse con actividades partidarias, incluyendo presunta propaganda con emblemas de La Libertad Avanza.
Aunque la desestimación representa un revés para la administración provincial, el caso sigue abierto en su dimensión administrativa y podría tener nuevas derivaciones dependiendo de los resultados del análisis técnico de los equipos electrónicos secuestrados.