Buzarquis acusó la existencia de lo que llamó «mafia de los tomógrafos», donde equipos en hospitales públicos son inhabilitados, deteriorados o no instalados deliberadamente para derivar pacientes a entidades sanitarias privadas.
El político mencionó clinicas de varias ciudades, entre ellas Encarnación, en la que se practican las ilegalidades, y vinculó al director del hospital, quien tendría un centro privado con el servicio de tomografia funcionando mientras el del nosocomio está inactivo.
Según el legislador, se sabotea el servicio público para obligar a los pacientes a pagar altas sumas de dinero en centros privados y sentenció que «el que tiene paga; el que no, se muere. Y mucha gente está muriendo en Paraguay».
La denuncia radicada en la Fiscalía Nacional incluye lesión de confianza, asociación criminal, cohecho pasivo, omisión de auxilio, exposición al peligro y daños a bienes públicos.
Buzarquis exhortó al personal de salud y ciudadanos a reportar casos similares, recordando que ellos también son víctimas al cubrir insumos como guantes o jeringas.
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