Carlos Casares, Bragado, Bolívar, Pehuajó y 9 de Julio son solo algunas de las localidades bonaerenses que enfrentan un panorama desolador. Las excesivas lluvias de los últimos meses han dejado bajo el agua grandes extensiones de tierra, afectando gravemente a los productores. La ayuda oficial se demora y la incertidumbre crece, en un escenario donde la falta de un sistema de drenaje natural agrava la situación.
Para entender el complejo panorama, Radio Fiesta consultó al ingeniero hidráulico Marcelo Rastelli, oriundo de 9 de Julio. El especialista explicó que el problema es resultado de una combinación de factores. «Veníamos de un período de déficit hídrico, donde había un escenario de sequía y descenso de las napas, y de pronto hubo una reversión», detalló Rastelli. «Empezamos a tener registros pluviométricos muy significativos desde mediados de febrero o marzo. Terminamos el otoño con valores por encima de los anuales y ya estamos en un acumulado del orden de los 1300 a 1400 milímetros, dependiendo de la zona», agregó.
Si bien las napas aún no se han modificado de forma significativa, la ausencia de un sistema de drenaje eficiente ha provocado una acumulación masiva de agua en la superficie. Rastelli señaló que en el cuadrante noroeste de la provincia de Buenos Aires, desde el límite con Córdoba y La Pampa hasta la frontera entre 9 de Julio y Bragado, «naturalmente no hay cursos de agua». Esta característica, sumada a la presencia de médanos que bloquean el escurrimiento, resulta en grandes extensiones de agua estancada.
El Plan Maestro del Río Salado, en el centro de la polémica
En este contexto, el Plan Maestro del Río Salado vuelve a tomar protagonismo. Este proyecto, que se inició en 2004 para favorecer el escurrimiento del agua, aún no ha sido concluido. Según Rastelli, si bien el plan no es una solución mágica, «es una posibilidad de salida del agua» que podría reducir la duración y extensión de las inundaciones.
El ingeniero explicó que las obras en el curso principal del Río Salado están casi terminadas, pero lo que falta es la «red de canales hacia el interior». Además, lamentó la falta de acuerdo entre el Estado Nacional, que tiene la posibilidad de financiar las obras, y la provincia de Buenos Aires, responsable de la gestión del recurso hídrico. «Las obras no se están haciendo», enfatizó.
Rastelli recordó que existe un fondo hídrico creado por ley que se financia con el 5% de lo recaudado por la comercialización de naftas, lo que garantiza recursos constantes para este tipo de proyectos. «Es muy triste pensar que hoy, si no se rompe esta quietud por parte de las dos administraciones», solo queda «mirar para arriba y esperar a que la primavera no sea tan severa», concluyó el especialista.
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