El lunes, cuando el gobierno de Javier Milei emitió un comunicado apoyando a Israel en su guerra contra Irán al tiempo que protestaba por el hecho de que uno de los funcionarios persas acusados por el atentado a la AMIA y con pedido de captura internacional fuera nombrado comandante interino de la poderosa Guardia Revolucionaria, el escenario era ya otro por completo.
Ahmad Vahidi, hasta entonces ministro del Interior y con alerta roja de Interpol aparecía en los diarios iraníes e israelíes como el nuevo jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI), una rama del ejército iraní nacida para defender la República Islámica de Irán durante la misma revolución de 1979.
Sin embargo, este martes altas fuentes israelíes confirmaron a Clarín que el nuevo jefe de las CGRI es en realidad el mayor general Mohammad Pakpour, nombrado por el ayatolá Alí Khamenei, líder supremo de la teocracia persa. Khamenei es el blanco que Israel busca eliminar aunque Donald Trump dilata semejante decisión.
El cambio fue motivado por el asesinato selectivo por parte de Estado hebreo de su ahora ex jefe el mayor general Hossein Salami, en el contexto de una guerra donde las fuerzas israelíes han asesinado a una veintena de científicos y militares importantes dentro del régimen iraní.
Lo ocurrido muestra cómo a su vez Argentina viene perdiendo desde hace años su capacidad de inteligencia y de contactos no sólo para detectar –entre muchas otras situaciones-, a los acusados por el ataque a la AMIA que viajan por el mundo sin que puedan ser detenidos y extraditados al país.
Perdió también su capacidad para chequear de fuentes locales información sensible y que la afecta de manera directa como es el caso de Vahidi. La Cancillería, los servicios de inteligencia y la Casa Rosada se enteran por los medios de comunicación, o por gobiernos extranjeros una vez que están consumados los hechos, como es ahora el caso de Vahidi.
Vahidi, en cambio apareció haciendo declaraciones este lunes a la agencia iraní Tasnim News. “Irán está listo para afrontar cualquier tipo de guerra. Estamos totalmente preparados para una lucha sin cuartel y prolongada contra la agresión israelí”, declaró el militar, que aparece ahora en algunos medios como asesor de la ICGR, y no como ministro del Interior.
La situación es un tanto confusa. Pero sí fueron difundidas oficialmente sus declaraciones a los medios de su país. que Irán evaluará el momento más adecuado para desplegar sus nuevas armas. Y dijo en tono irónico que “Irán aún no ha desplegado su arsenal estratégico de misiles. La nueva generación de misiles es solo una parte de lo que tenemos”.
De acuerdo al sitio persa Press TV, el mayor general Pakpour nació en Arak en 1961, es magister y doctor en geografía. Cosechó experiencia militar en zonas fronterizas de Irán y en el desarrollo de la doctrina de la guerra asimétrica.
Se unió a las Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria -ambas consideradas terroristas por Estados Unidos, en 1979. Eran las fuerzas que luego condujo Ahmad Vahidi.
Según la prensa iraní combatió al terrorismo kurdo y durante la guerra entre Irán e Irak comandó múltiples divisiones de primera línea, incluyendo las unidades de élite 8.ª Najaf Ashraf y 31.ª Ashura. Fue herido en combate y tras la guerra, asumió roles de liderazgo estratégico dentro del CGRI. Ahora es su jefe.
“El crimen que el régimen terrorista sionista cometió hoy al violar la seguridad nacional y la integridad territorial de la República Islámica de Irán definitivamente no quedará impune”, declaró Pakpour de acuerdo al Tehran Times.
Añadió que, “confiando en Dios Todopoderoso para cumplir las promesas del imán Jomeini y del Líder de la Revolución Islámica, las fuerzas armadas iraníes “vengarán la sangre de comandantes, científicos y ciudadanos… y las puertas del infierno pronto se abrirán ante este régimen asesino de niños”.
