La investigación, publicada por ANRed, señala que este centro clandestino fue mencionado en testimonios clave durante el Juicio a las Juntas en 1985, aunque su ubicación precisa no había sido documentada hasta ahora. Según los datos recabados, en este lugar se llevaron a cabo secuestros, torturas y desapariciones de personas durante los años más oscuros de la historia argentina.
El trabajo realizado por periodistas e historiadores permitió reconstruir relatos que vinculan esta vivienda con operativos ilegales llevados a cabo por fuerzas represivas. Vecinos del lugar aseguran no haber tenido conocimiento de los crímenes cometidos allí, lo que demuestra cómo estos centros clandestinos operaban bajo un velo de absoluta clandestinidad, incluso en áreas residenciales densamente pobladas.
Este descubrimiento no solo destaca la importancia de seguir investigando, sino también la necesidad de resignificar estos espacios. Así como la ex ESMA o Automotores Orletti, la «Casa de Obrero» podría convertirse en un lugar de memoria y reflexión, fundamental para educar a las futuras generaciones sobre los crímenes de lesa humanidad y reafirmar el lema de «Nunca Más».
El hallazgo se produce en un contexto en el que la reivindicación de la memoria adquiere mayor relevancia frente a los discursos negacionistas que intentan relativizar el impacto de la dictadura militar. En este sentido, organismos de derechos humanos y referentes sociales subrayan la importancia de mantener viva la lucha por la verdad y la justicia.
Memoria, verdad y justicia
Este caso subraya la importancia de la continuidad en las investigaciones sobre los crímenes de la dictadura. La identificación de nuevos centros clandestinos permite no solo honrar a las víctimas, sino también fortalecer los mecanismos de justicia.
La memoria es un pilar fundamental para consolidar una sociedad más justa y democrática. Espacios como la «Casa de Obrero», aunque marcados por el horror, nos invitan a reflexionar sobre la resistencia y el valor de quienes lucharon contra la opresión.
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