Un equipo de paleontólogos argentinos y uruguayos descubrió una nueva especie de dinosaurio en la Patagonia argentina. El hallazgo ocurrió en una cantera cercana al departamento General Roca, en la provincia de Río Negro. Los investigadores excavaron en una formación rocosa de 78 millones de años y encontraron más de 400 restos fósiles de distintos animales prehistóricos. Entre ellos, lograron identificar a un nuevo titanosaurio que recibió el nombre de Chadititan calvoi.
El estudio fue publicado el 5 de marzo en la Revista del Museo Argentino de Ciencias Naturales y describe un ecosistema lagunar rodeado de dunas y vegetación. «La fauna fósil allí es muy diversa y nuestro conocimiento de los ecosistemas del hemisferio sur cercanos al final de la Era de los Dinosaurios es aún muy incompleto», afirmó Matthew Lamanna, paleontólogo del Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh.
El significado del nombre y las características de Chadititan calvoi
Chadititan calvoi hace referencia tanto al sitio del descubrimiento como a un destacado paleontólogo argentino. «Chadi» significa «sal» en mapudungun, en alusión al Salitral Moreno, la zona donde se encontraron los fósiles. La denominación calvoi homenajea a Jorge Calvo, científico argentino que describió diversas especies de titanosaurios y acuñó el clado Rinconsauria.
Los restos fósiles incluyen aproximadamente 20 huesos de Chadititan calvoi, un dinosaurio de siete metros de largo. «Chadititan es pequeño, aunque habría sido grande en comparación con la mayoría de los animales actuales», sostuvo Lamanna. Este titanosaurio presenta características anatómicas que lo diferencian de otras especies descubiertas en la región. «Por ejemplo, tiene una protuberancia lateral en el fémur, su espina neural se proyecta hacia atrás y su húmero es realmente delgado y ancho», explicó Diego Pol, paleontólogo del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia.
Un ecosistema extinto en la Patagonia
El yacimiento fósil donde se encontró a Chadititan calvoi era un oasis en medio de un entorno árido con temperaturas más altas que las actuales. Los expertos estiman que las temperaturas eran entre cinco y diez grados superiores a las actuales, modificando la distribución de los ecosistemas. «Se trata de un entorno muy particular, con depósitos de dunas de arena intercalados con pequeños lagos, y al igual que vemos hoy en lugares áridos, el agua concentra la biodiversidad», afirmó Pol.
Los fósiles recuperados en el yacimiento pertenecían en su mayoría a tortugas y peces, aunque también se hallaron restos de caracoles terrestres tropicales y de otros titanosaurios. Algunas características del Chadititan calvoi sugieren que el grupo de los rinconsaurios tenía proporciones corporales inusuales. «Puede haber tenido proporciones corporales inusuales, potencialmente más parecidas a las de una jirafa que la mayoría de los otros saurópodos», señaló Lamanna.
Durante el Cretácico, los titanosaurios se convirtieron en los herbívoros más abundantes de Sudamérica y cumplieron un papel fundamental en el ecosistema. «En cualquier ecosistema terrestre, los herbívoros desempeñan un papel clave, ya que son los intermediarios entre las plantas y todos los demás eslabones de la cadena alimentaria«, explicó Pol.
Investigaciones recientes sugieren que, antes del impacto del asteroide Chicxulub hace 66 millones de años, hubo una crisis de biodiversidad la cual afectó a los herbívoros. Sin embargo, los registros fósiles de Sudamérica parecen contradecir esta hipótesis, motivando nuevas investigaciones.