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jueves, marzo 6, 2025

Descubrimiento en la Patagonia: organismos vivos casi tan viejos como la Tierra misma

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Las rocas que hablan. Así llaman los lugareños del sur chileno a unas formaciones rocosas especiales que esconden un descubrimiento extraordinario: colonias bacterianas que existen desde hace miles de millones de años, prácticamente desde que la vida comenzó en nuestro planeta.

La científica Veronica Godoy-Carter, profesora asociada de biología y bioquímica de la Universidad de Northeastern, logró secuenciar el genoma de una de estas antiguas bacterias de color violeta intenso.

Contrario a lo que parece, estas formaciones no son realmente rocas. «En realidad son pequeñas montañas», explica Godoy-Carter, «biofilms gigantes que tienen miles de millones de años. Literalmente miles de millones». Estas capas de bacterias se acumularon y calcificaron a lo largo de eones formando estructuras llamadas estromatolitos, existiendo incluso antes que los humanos, nuestros antepasados primates y posiblemente antes que la vida multicelular misma.

Las joyas microbianas que reveló el descubrimiento

La investigación empezó en 2018 cuando Godoy-Carter dirigió una expedición con estudiantes de Northeastern a la Patagonia chilena. Durante este viaje, el equipo buscó bacterias únicas entre estas «rocas vivientes» y encontró un microorganismo con un color brillante capaz de formar una película tan resistente que funcionaba como tapa sobre un tubo de ensayo.

La especie identificada pertenece al género Janthinobacterium, común en suelos y agua, pero esta variante específica es especial. Este microorganismo extremófilo sobrevive a temperaturas bajo cero y forma comunidades multicelulares extremadamente robustas. «Este tipo de formaciones hechas por bacterias se creen que son, prácticamente, las primeras células vivientes organizadas en la Tierra», señala la experta con entusiasmo visible.

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El pigmento violeta que caracteriza a esta bacteria no es casual ni meramente estético. Los científicos creen que probablemente ayuda al microorganismo a protegerse contra la radiación ultravioleta del sol, funcionando como un escudo natural en el duro ambiente de la Patagonia chilena.

Según Godoy-Carter, estas comunidades bacterianas tienen un potencial enorme para aplicaciones prácticas. «Con los biofilms podemos fabricar nuevos plásticos, nuevos textiles, tal vez podríamos crear textiles con el pigmento, y quizás el pigmento proteja de la luz UV», explica con evidente entusiasmo por las posibilidades futuras.

El desafío de trabajar con bacterias salvajes

Trabajar con bacterias extraídas de ambientes naturales presenta retos significativos para los investigadores. «Son muy difíciles de manipular porque tienen sus propios sistemas y no están familiarizadas con el laboratorio. Tienden a cambiar, se apagan», comenta Godoy-Carter sobre las dificultades que enfrentan. Es como si las bacterias dijeran: «No voy a cooperar».

Por esta razón, el equipo ahora busca transferir los genes de interés a otras bacterias más dóciles en laboratorio. Los biólogos de sistemas llaman «chasis» a estas bacterias anfitrionas, como el marco de un automóvil al que se pueden montar otras piezas. «Necesitamos encontrar un buen chasis», dice la investigadora, «y creo que tenemos uno».

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El estudio llegó a un descubrimiento sorprendente.

El estudio llegó a un descubrimiento sorprendente.

La ciencia detrás de este hallazgo se publicó en la revista Microbiology Resource Announcements, donde el equipo compartió los resultados del secuenciamiento completo del genoma de esta Janthinobacterium de la Patagonia. Este trabajo abre puertas para comprender mejor cómo las bacterias se adaptan a cambios en su ambiente, especialmente su respuesta al daño de ADN.

El descubrimiento no solo avanza nuestra comprensión sobre los orígenes de la vida, sino que involucró activamente a estudiantes universitarios. «Los estudiantes sienten que están contribuyendo a la ciencia —y lo están haciendo», afirma Godoy-Carter con orgullo sobre el equipo que la acompañó tanto en la expedición como en el trabajo posterior de laboratorio en Estados Unidos.

Redacción

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