Según se desprende de datos informados por la Secretaría de Trabajo, el empleo asalariado registrado en el sector privado sigue en caída libre. Porque, según los números, esta rama de empleo acumula una pérdida de 127.000 puestos de trabajo desde septiembre del año pasado, con lo que se acentúa la problemática del desempleo.
Hacia marzo, siete de los 14 sectores relevados tuvo baja de empleo, siendo la mayor destrucción en Construcción, Enseñanza e Industria Manufacturera. En contraste, desde la asunción de Javier Milei en la presidencia, solo hubo mejoras en Comercio, Agro y Pesca. Entre los tres rubros, solo compensan casi 44.000 puestos de trabajo.
Esta caída del empleo contrasta con la tendencia de la última década, más precisamente, el período comprendido entre la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y la gestión de Alberto Fernández. En ese lapso, el trabajo asalariado privado creció 30.000 puestos al año en promedio, hasta la reversión neta de 115.000 en lo que va de gobierno libertario.
Precarización y conglomerados del país
Sumado al crecimiento del desempleo, está la otra gran problemática, relacionada con la precarización laboral. Porque los datos también revelan que, desde septiembre, los trabajadores independientes inscriptos en el monotributo crecieron 58,8 por ciento. Así, se estima que más de 1,2 millones de personas están en el sistema y no gozan de derechos plenos, como el aguinaldo.
Por último, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la Secretaría de Empleo reveló que el empleo asalariado privado formal se redujo por quinto mes consecutivo en los principales aglomerados urbanos del país. En rigor, entre diciembre de 2023 y abril de 2024, el desplome acumulado fue del 1,9 por ciento, comparable con los niveles del 2002.