Mientras que enero se despidió con máximas agobiantes en sus últimos días y ofreció una ola de calor con picos de 40 °C, febrero llegó a Córdoba con temperaturas muy altas durante sus primeros días.
Durante esa última ola de calor ocurrida en la tercera semana del mes pasado, especialistas del Instituto de Sustentabilidad Edilicia (ISE) del Colegio de Arquitectos de Córdoba y expertos del equipo del ingeniero Marcelo García de la UNC salieron a medir los puntos más calientes de la Capital.
Las tomas de temperaturas “testigo” les permitieron comprobar que las “islas de calor urbanas” ya no están localizadas sólo en barrios como Alberdi, Nueva Córdoba y Centro, sino que ahora también hay “microislas de calor” en espacios muy específicos de la ciudad.
Esta medición de control está basada en estudios previos realizados junto con la Universidad San Pablo-T de Tucumán durante 2022. Se realizó el jueves 16 de enero a las 15.30 y el objetivo fue detectar las diferencias entre la temperatura oficial del aire y las que presentaban algunos puntos clave.
El equipo utilizado fue un termómetro anemómetro digital ubicado a un metro del suelo, sin radiación directa. Se tomó como temperatura de control los 35,4 °C que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indicaba en ese momento y luego se midieron cuatro lugares.
- Estacionamiento en el techo del Nuevocentro shopping: 43,1 ºC
- Estacionamiento del Carrefour de av. Colón al 4800: 41,5 ºC
- Avenida Colón esquina Zipoli: 41,3 ºC
- Santa Rosa esquina San Martín: 40,9 ºC
“Hicimos mediciones puntuales en lugares donde las diferencias de temperaturas son de varios grados más y vuelven el espacio insoportable. Donde al ponerse bajo la sombra o cambiar de calle la temperatura puede bajar hasta dos grados o más”, indicó a La Voz Edgardo Suárez, arquitecto y director del ISE.
Desiertos, sabanas y oasis
Suárez explicó que las temperaturas testigos son apenas el síntoma del problema climático que atraviesa la Capital. “Nuestra búsqueda desde el ISE es encontrar su origen y entenderlo. Para eso hicimos una distribución novedosa de la ciudad en tres sectores: desiertos, sabanas y oasis”.
Esta diferenciación se basó en trabajos previos realizados en San Miguel de Tucumán, otra ciudad problemática y atravesada por islas de calor.
Así destacaron a los desiertos urbanos, que pueden ubicarse en la periferia o dentro de las islas de calor. Son lugares donde hay más de 100 o 200 metros cuadrados de deforestación. Ejemplos en la ciudad son los cuatro puntos donde se tomaron temperaturas en la medición de control. La avenida Colón, además, es un “cañón urbano desértico”, sobre todo a partir de la plaza Colón en dirección este-oeste.
Luego están los oasis urbanos, lugares donde hay agua o mucha forestación y, por lo tanto, temperaturas más bajas. Algunos oasis de la ciudad son: el parque Sarmiento, el predio del Observatorio Meteorológico Córdoba (OMC), la Reserva Natural Urbana General San Martín y las zonas aledañas al río Suquía, el cual constituye un “cañón urbano de oasis”.
Por último, las sabanas urbanas constituyen un 60% de la ciudad de Córdoba. Este concepto visual refiere a zonas de características intermedias con árboles muy raleados e insuficientes, por lo que no hay una continuidad de la sombra. Para encontrar una, se deben caminar varios metros entre un árbol y otro.
“Con un 60% de sabana parece que estamos bien, pero no es así. En un barrio más alejado del Centro, la sabana funciona porque no hay masa térmica que contrarrestar. Sin tanto cemento ni edificios, cuatro o cinco árboles hacen la diferencia. Pero en el Centro, Alberdi o Nueva Córdoba va a hacer falta mucho más que árboles”, advirtió Suárez.
A partir de estos conceptos, el especialista señaló que la ciudad es un patchwork de zonas que puede combinar un desierto colindando con un oasis. Además, aclaró que esta clasificación de lugares sirve para analizar el Centro de la ciudad y sus barrios aledaños, los espacios más densamente poblados.
“En barrios más alejados, hay menos población, encontramos densidades arbóreas interesantes o están cerca de un oasis. Allí se debe hablar en otros términos porque no hay una sola cosa que influya o sea determinante”, apuntó.
En qué trabajar a futuro
Con este estado de situación de la Capital y de cara a un futuro que augura un aumento de las temperaturas promedio cada año, el experto planteó dos ejes en los cuáles deberíamos empezar a trabajar con urgencia: revisar las estructuras edilicias y renaturalizar la ciudad.
“Cien árboles no pueden resolver un problema de millones de metros cúbicos de hormigón porque la forma en que están construidas las casas y los departamentos son el problema. Se trata de modificar cada vivienda en función de un cambio climático cada vez más pulsante, de enfriarlas y ventilarlas no solo mecánicamente, de pensar los edificios de otra forma”, remarcó.
Sobre renaturalizar la ciudad, aclaró que no se trata de reforestar, sino de incorporar la naturaleza en todas las estructuras, y no solo en veredas, plazas o patios de casas. En este punto realzó la estrategia de colocar árboles en los techos de los edificios, como ocurre en el recientemente inaugurado anexo del Ersep ubicado en bv. Perón, que se convirtió así en el primer edificio público en aplicar esta medida.
“En vez de colocar paneles solares, les propusimos plantar árboles. Eso rinde más que las plantas, más que los techos verdes y renaturaliza la estructura. Un árbol tiene el mismo servicio ecosistémico que un cuarto de hectárea de césped. Entonces si ponés cuatro árboles en un techo blanco, cumplís la misma función que cumpliría una hectárea de césped, la cual también se calienta”, explicó Suárez.
Qué esperar de las temperaturas
La ciudad de Córdoba se prepara para una intensa ola de calor, con máximas que podrían superar los 45 grados en algunas zonas del interior provincial. Según el meteorólogo Rafael Di Marco, los días más críticos serán sábado, domingo y lunes, con temperaturas extremas y baja probabilidad de lluvias en las sierras.
Marcelo Madelón, del Aeropuerto de Córdoba, indicó que el alivio llegaría recién el martes. El SMN advirtió que las temperaturas seguirán por encima de la media en febrero, marzo y abril. Las lluvias aumentarían entre el 10 y el 20 de febrero.