Con un cortejo fúnebre que pasó por el colegio Santa Rosa y el Club Defensores Unidos de La Tablada, familiares y amigos de Thiago Correa despidieron al nene de 7 de años que murió tras recibir un disparo en la cabeza por parte del policía de la Federal, Facundo Aguilar, quien se defendía de un asalto.
El velorio comenzó este domingo a las 17, en la cochería Dauria, ubicada en la localidad de San Justo, La Matanza, y se extendió hasta las 9 de este lunes, desde donde salió un cortejo que pasa por la parroquia Santa Rosa de Lima, el colegio al que asistía Thiago y el club donde jugaba al fútbol. El recorrido finalizó en el cementerio de González Catan.
En el Club Defensores Unidos de La Tablada, vecinos del barrio y allegados a la familia de Thiago esperaron el cortejo con globos blancos, que con mucha emoción soltaron al cielo cuando llegó el auto con el pequeño ataúd.
Desde ahí, el padre de Thiago, Fabián, pidió en diálogo con los medios «que se haga justicia y esto no pase nunca más». Junto a la madre del nene, Diara, agradecieron el acompañamiento de todos los presentes. «Hermoso, porque Thiago siempre fue muy querido por todos. Lo demostraron anoche en el velorio, en el colegio, acá, se ve», dijo la mamá.
El paso por el club representó el lugar donde Thiago «siempre quiso estar, era su vida», según dijo Fabián. Al finalizar la improvisada conferencia de prensa, quienes se habían congregado allí aplaudieron y corearon al grito de «justicia».

“La muerte de mi hijo es un dolor que no me lo puede sacar nadie. No tengo palabras”, dijo Fabián, el papá de Thiago Correa en diálogo con Splendid AM990, poco antes de empezar la despedida.
Fabián Correa fue también quien se encargó de comunicar el fallecimiento de su hijo el viernes por la noche, en la puerta del Hospital de Niños de San Justo, junto a la madre del menor, Diara Medina.
Ambos salieron a la puerta del hospital alrededor de las 20.15 y dieron la peor noticia. Más temprano habían pedido una cadena de rezos por su hijo.
«Tuvimos el fallecimiento de Thiago. Es muy doloroso para todos, más para nosotros», dijo Víctor, desconsolado, en una improvisada rueda de prensa y acompañado de Diara.
«Necesito justicia por Thiago, por favor. Esto se tiene que pagar, como tiene que ser», completó. La madre del nene se sumó con un pedido de respeto.

Cómo murió Thiago Correa
Thiago tenía siete años. Era alumno del Colegio Parroquial Santa Rosa de La Tablada y jugaba al fútbol en la categoría 2017 del club Defensores Unidos de Tablada.
El miércoles salió del colegio y fue a entrenar. Luego, su papá lo pasó a buscar y lo llevó a su casa. Compartieron varias horas hasta que llegó el momento de que el niño regresara con su mamá. Víctor y Thiago caminaron unas cuadras hasta la parada del colectivo que lo acercara a la casa de Diara, en Ciudad Evita.
Allí lo sorprendió un tiroteo que se originó cuando el efectivo de la Policía Federal Argentina, Facundo Daniel Aguilar Fajardo (21), disparó contra cuatro delincuentes que lo asaltaron cuando estaba junto a su madre y vestido de civil.
De acuerdo a las imágenes de una cámara de seguridad, el oficial tomó su pistola reglamentaria y efectuó 11 disparos en apenas 9 segundos contra los ladrones. Uno de esos tiros hirió en la cabeza a Thiago.

A raíz de los disparos, uno de los asaltantes, quien recibió seis tiros, murió en el lugar. Otros dos fueron detenidos heridos y el restante escapó.
Cuál es la acusación contra el policía que mató a Thiago
Por su parte, el fiscal Diego Rulli, de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza, solicitó la detención del policía al considerar que actuó en exceso de la legítima defensa. El pedido fue aceptado por el Juzgado de Garantías de turno.
Este fin de semana, el fiscal cambió la carátula a «homicidio por dolo eventual», que implica responsabilidad en la muerte del niño, y también una pena más alta que «legítima defensa».
«Hubo un exceso en la legítima defensa, dada la gran cantidad de disparos, y el lugar donde ocurrió: una avenida pública, en un horario todavía transitado», dijeron fuentes judiciales a Clarín.

De esta manera, la pena en expectativa para el policía, de ser encontrado culpable, es de 8 a 25 años de prisión. La figura de legítima defensa lo hubiera eximido de la responsabilidad penal por la muerte del nene.
Mientras se llevaba a cabo el cortejo fúnebre de Thiago, el policía se encontraba declarando ante la Justicia. En una indagatoria previa, había indicado que se comportó de esa manera porque «pensé que a mi mamá la mataban ahí mismo».
El oficial explicó que uno de los asaltantes lo amenazó apuntándole a la cara y exigiéndole sus pertenencias, mientras que su madre también era agredida y apuntada con un arma.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el accionar de Aguilar Fajardo: “Los responsables directos son los delincuentes”, dijo en una conferencia de prensa.
«Ellos generaron la acción delictiva. Salieron a la calle a matar, en banda, eran cuatro, sin ningún tipo de relación entre la violencia ejercida y la acción de un lugar donde había un chico en una parada de colectivo con su papá; y un oficial de policía, que ellos no sabían que lo era y estaba con su madre, al que fueron a atacar directamente», añadió la funcionaria.
D.D.