La tecnología no sólo está transformando la vida cotidiana a cada individuo, sino también a las sociedades en su conjunto. Basta con ver como mediante el GPS todos los ciudadanos pueden conocer en tiempo real a qué hora exacta pasará el colectivo que deben abordar o, mediante la cartografía digital, dónde hay demoras de tránsito.
Con todo, las ciudades (y muchas veces los Estados) van incorporando tecnologías con vistas a mejorar la seguridad y la infraestructura. Recientemente, se anunció que “Argentina se consolida como un referente en transformación urbana en América Latina, con ciudades como Buenos Aires y Rosario avanzando hacia un modelo más sostenible e inteligente”.
Buenos Aires ha sido clasificada como una ciudad “future-ready” gracias a su enfoque integral en seguridad, digitalización y calidad de vida. Rosario, por su parte, se encuentra en proceso de avanzar hacia ese objetivo, con iniciativas que apuntan a mejorar la infraestructura y los servicios urbanos.
Ambas ciudades fueron destacadas tras una investigación en 250 ciudades de 78 países que realizó ThoughtLab en colaboración con Axis Communications, Deloitte, FTI Consulting, GM, Intel, Itron, ServiceNow y Wireside Communications.
La idea fue relevar la implementación de los planes de desarrollo urbano orientados al futuro. El estudio se centró en cinco áreas clave: medio ambiente y sostenibilidad, infraestructura urbana, movilidad y transporte, seguridad y resiliencia, y bienestar de los ciudadanos.

“Uno de los principales retos que enfrenta Buenos Aires es la seguridad ciudadana. Altos niveles de criminalidad y baja percepción de seguridad afectan no solo el bienestar de los ciudadanos, sino también la economía local: se incrementa el estrés, hay desplazamiento de residentes, se reducen los valores inmobiliarios y disminuye la movilidad urbana”, destacaron fuentes relacionadas con el estudio.
Para abordar este problema la Ciudad ha implementado programas de prevención del delito, ha reforzado la cooperación entre las fuerzas policiales y los servicios de emergencia, y ha apostado por la videovigilancia inteligente.
Monitoreo en tiempo real

Un ejemplo destacado es el uso de cámaras conectadas e integradas a sistemas de monitoreo urbano que permiten identificar actividades sospechosas en tiempo real y mejorar la capacidad de respuesta ante incidentes. Esta estrategia ha contribuido a optimizar la gestión de la seguridad pública y a generar condiciones más propicias para el desarrollo urbano sostenible.
“Mediante el llamado anillo digital, los ingresos a la Ciudad de Buenos Aires son monitoreados por cámaras que vuelcan información a un sistema de Inteligencia Artificial (IA) que permite detectar patrones de conducta. Cuando el sistema observa algo anormal, dispara un alerta que luego pueden analizar las autoridades en tiempo real y analizar si deben tomar una acción o no”, explica a Clarín Gustavo Michel, Cities & Critical Infrastructure LATAM & Europe Lead en Intel.
Estás cámaras pueden detectar desde el paso de vehículos de semáforos en rojo, al paso de un peaje sin pagar, hasta el paso de más cantidad de personas que lo habitual en un determinado punto de la ciudad.
Estos datos son clave para mejorar la seguridad y también para hacer la vida en los espacios públicos más fluida. Para llevar adelante esta transformación, los Estados deben sumar infraestructura digital de peso, como sensores, computadoras, cámaras y software.
Pero, ¿qué significa concretamente “future-ready”, el escalón donde quedó parada Buenos Aires? “El análisis de correlación con datos secundarios de Numbeo -una base de datos global confiable y colaborativa- mostró que las ciudades clasificadas como “future-ready” no solo son más seguras y saludables, sino también más sostenibles. Estas urbes superan a las de menor desarrollo en aspectos clave como seguridad, salud, tráfico y contaminación”, afirma el informe.
Y agrega: “Por ejemplo, las ciudades future-ready están 8,2 puntos por encima en el índice de seguridad y también 8,2 puntos mejor en salud. Además, enfrentan menos congestión y contaminación: Helsinki lidera con el índice de contaminación más bajo, mientras que Viena destaca por tener el menor nivel de tráfico. En sostenibilidad, el 46 % de estas ciudades ya están significativamente adelantadas en sus planes de cero emisiones netas, en comparación con solo el 5 % de las demás. Lo mismo ocurre en energías renovables: 39 % frente al 7 %.
Junto con la IA, los gemelos digitales (Buenos Aires ya lo implementa) se están consolidando como herramientas esenciales. Potenciados por tecnologías predictivas, permiten simular y optimizar entornos urbanos. Actualmente, el 93 % de las ciudades ya los usa, los está probando o planea implementarlos. Se espera que en tres años, su adopción sea total.
Las ciudades que están «más cerca del futuro»

Helsinki lidera con uno de los programas más avanzados, seguido por ciudades como Chicago, Denver, Ljubljana, París, Tokio y Toronto. Hoy, el 44% de las ciudades “future-ready” los emplea de forma generalizada o selectiva, frente al 36% de otras ciudades. Para 2028, el 76% de estas urbes avanzadas los usará activamente.
En América Latina, ciudades como Ciudad de México, Monterrey, Bucaramanga, Curitiba, Salvador, São Paulo y Rosario están adoptando tecnologías avanzadas con un enfoque integral en sostenibilidad e inclusión. En toda la región, se observa un uso creciente de inteligencia artificial, sensores IoT y plataformas digitales para abordar retos como la seguridad pública, la planificación urbana y la eficiencia en los servicios.
“Quizá Barcelona, Singapur y Viena son algunas de las ciudades que más transformaciones han implementado en este sentido. El secreto está en obtener miles de datos de la ciudad (mediante sensores y cámaras, por ejemplo) y luego saber manejarlos para dar respuesta en tiempo real”, completa Michel.
El estudio global se realizó con una muestra que abarca a 734,2 millones de habitantes, el equivalente al 9 % de la población mundial.
SL