Estas señales detectadas por científicos en el Polo Sur del planeta han pasado a ser un enigma ya que todavía se desconoce su origen, pero existe una hipótesis que explicaría qué ocurre.

Foto: OpenAI.
Redacción El País
Un detector de partículas cósmicas financiado por la NASA ha descubierto recientemente unas misteriosas ondas de radio que salen desde el hielo de la Antártida y que podrían insinuar la existencia de nuevas partículas en la Tierra, según un grupo de científicos.
Estas ondas fueron detectadas aproximadamente 40 kilómetros por encima del hielo, informa el portal especializado en ciencia Space.com, por la Antena Antártica de Impulso Transitivo (Anita, por sus siglas en inglés), un instrumento diseñado para estudiar partículas cósmicas de ultra energía y rayos cósmicos.
Pero lo detectado por Anita esta vez fue algo particular, según el mismo medio, asegurando que las ondas registradas venían desde abajo del horizonte en una orientación que no puede ser explicada por la física de partículas.
«Es un problema interesante, porque aún no tenemos una explicación concreta de esas anomalías«, declaró Stephanie Wissel, miembro del equipo ANITA e investigadora de la Universidad Estatal de Pensilvania, en un comunicado citado por Space.com.
Qué se cree que detectó Anita
Según el portal especializado, la conclusión más lógica que se le puede atribuir a estas ondas de radio son neutrinos, que son pequeñas partículas de tamaño menor al de un átomo, indica National Geographic. Se les conoce también como «partículas fantasma«.

Mientras los neutrinos se desplazan a través del cosmos a velocidades cercanas a la de la luz después de ser lanzados por poderosos eventos cósmicos, pueden «atravesar» la materia sin casi interactuar, explica Space.com.
Sin embargo, agrega que estas características de los neutrinos los hace muy difícil de detectar.
Por otro lado, el hecho de que estas ondas detectadas se orienten en ángulos tan pronunciados hace imposible confirmar qué es realmente.
Qué se podría aprender de este hallazgo en la Antártida
Los investigadores de Anita declararon estas señales como algo «anómalo», determinando que no provienen de neutrinos.
A partir de ahí, se abre la hipótesis que insinúa que esto podría deberse a materia oscura, un elemento misterioso que compone casi el 85% del universo, informa Space.com.

Wissel indica que, a futuro, los investigadores intentarán registrar más anomalías y de ahí finalmente deducir qué son. «También podríamos detectar neutrinos, lo que, de cierto modo, sería aún más emocionante», agregó.
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