Los Mossos d’Esquadra han detenido en Badalona a siete miembros de un grupo criminal de una misma familia —cuatro mujeres y tres hombres— que introducía billetes falsos de 100 euros fabricados en imprentas de Nápoles controladas por la Camorra italiana.
Los detenidos realizaban compras con estos billetes falsos en todo tipo de comercios, para lo cual utilizaban a menores de edad con el objetivo de distraer la atención de los cajeros.
La investigación se inició a principios del mes de enero, cuando la policía detectó un incremento de denuncias por pagos con billetes de 100 euros falsos en establecimientos comerciales de Badalona y Sant Adrià del Besòs.
La policía detectó un incremento de denuncias por pagos con billetes falsos
Estos billetes falsos son considerados peligrosos por el Banco Central Europeo, debido a su calidad de impresión y a la imitación de las medidas de seguridad, y su fabricación está vinculada a la Camorra napolitana, que controla las imprentas en los que se producen.
Tras las denuncias, los investigadores de la Unidad Central de Falsificación de Moneda realizaron un mapa delincuencial para situar dónde se estaban introduciendo estos billetes falsos, lo que pudo determinar que se estaban moviendo, concretamente, en Badalona, Sant Adrià del Besòs, Santa Coloma de Gramanet y Barcelona.
La investigación identificó un entramado integrado por siete personas pertenecientes a un mismo grupo familiar, que vivía en el barrio de San Roc de Badalona y que se había especializado en hacer compras con estos billetes falsos.
Estos billetes de 100 euros falsos son conocidos como falsificación del ‘grupo Nápoles’, que son los más extendidos en Cataluña y en el resto de España, debido a su antigüedad, calidad y capacidad de producción en imprentas ilegales controladas por la Camorra.
Lee también
Una jueza deja en libertad a dos ladrones de relojes de lujo con 52 detenciones y condenas pendientes
Toni Muñoz

Se trata de reproducciones de la antigua serie del euro, muy difíciles de detectar excepto si se observa por la parte posterior el valor facial del billete impreso en color morado, que al movimiento no cambia de color a verde, cosa que sí sucede en los billetes auténticos.





