Barcelona
Los Mossos d’Esquadra han detenido al francotirador que durante un mes y medio estuvo aterrorizando a una vecina de la calle Canigó del barrio de Horta disparando perdigones hacia su ventana. Según ha podido saber La Vanguardia y confirmaron fuentes del cuerpo, ayer miércoles al mediodía, los agentes irrumpieron en un piso de la calle del Pintor Josep Pinós y arrestaron al presunto autor de los disparos, un hombre de unos 50 años. Lo acusan de un delito de coacciones, acoso, lesiones leves y daños. No les constan antecedentes policiales.

Agujeros producido por perdigón en las toallas tendidas como protección en la ventana del salón de Pilar y su familia
Ana Jiménez / Propias
Los investigadores sostienen que realizó disparos hasta en nueve ocasiones entre los meses de mayo y junio. “Ante esta situación -han señalado los Mossos en un comunicado-, se incrementaron exponencialmente el patrullaje uniformado en la zona y las vigilancias, una actuación policial que permitir frenar en seco el número de incidentes”.
Para sorpresa de los agentes, durante el registro de su domicilio hallaron dos armas de aire comprimido con la que lanzaba los balines, un par de cajas de munición y una mira telescópica. También encontraron restos de balines y unos prismáticos. Después de que el caso saltara a la luz pública gracias a un artículo en la Vanguardia, tanto los investigadores como la propia vecina afectada, pensaban que quizás el sospechoso se había desprendido del arma pero no fue así. En las próximas horas pasará a disposición judicial. Aún se desconocen las razones y motivaciones del presunto autor de los hechos.

Los disparos se produjeron desde el edificio de la izquierda
LV
“Estoy muy contenta de que por fin se haya resuelto”, afirma Pilar, la vecina que durante un mes y medio tuvo que aguantar como un vecino desconocido disparara sin parar contra su ventana. El 21 de mayo una de las balas impactó en el brazo de su hijo de 14 años provocándole una herida superficial. Aquello les insufló un temor que les impidió desde entonces abrir la ventana y volver a sentarse tranquilamente a ver la televisión en el salón.
“Desde mayo que no nos sentamos en el sofá, solo nos ponemos en la punta más alejada de la ventana por si vuelve a disparar”, comenta. Desde entonces hubo más disparos y la vecina interpuso varias denuncias ante los Mossos d’Esquadra para que detuvieran al pistolero.
El autor fue hallado en el edificio de enfrente en la calle del Pintor Josep Pinós
Sin embargo, a pesar de estar cometiéndose un delito flagrante que se producía cada noche, los Mossos tardaron en intervenir. Analizaron las trayectorias y recopilaron los proyectiles que caían en el suelo del balcón tras impactar en unas toallas que Pilar colocó a modo de escudo pero no detectaron al pistolero disparando in fraganti. Al final, tras un mes y medio de investigación, han concluido que los disparos procedían del edificio de enfrente, un bloque con varios pisos y en el que en la planta baja hay una herboristería.
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Los investigadores sugirieron la posibilidad de instalar una cámara en el balcón de Pilar enfocando al bloque en el que supuestamente se hallaba el sospechoso pero el juez consideró que aquello podía vulnerar la intimidad de todos los vecinos del edificio. Los Mossos d’Esquadra ante la alerta generada reforzaron el patrullaje en los aledaños de la calle Canigó e intensificaron los contactos con los vecinos para calmarlos.