
Barcelona
Un coche en el que viajaban cuatro personas se salió de la carretera la madrugada de este domingo cuando circulaba por la A-2 a la altura de Sant Feliu de Llobregat, justo en el nudo en el que se separan los vehículos de la autovía y los de la B-23. En el accidente ha fallecido un joven de 23 años, vecino de Viladecans, que iba en el asiento del copiloto. Tras el impacto quedó herido crítico y fue trasladado al hospital de Bellvitge, donde murió unas horas más tarde, según ha informado el Servei Català de Trànsit.
Los otros tres ocupantes del vehículo accidentado, uno de ellos menor de edad, resultaron heridos leves y fueron trasladados a los hospitales Vall d’Hebron y Moisès Broggi. Entre los heridos leves se encuentra el conductor, que ha sido detenido posteriormente por los agentes de los Mossos d’Esquadra de la división de tráfico acusado de un presunto homicidio por imprudencia grave. El conductor dio negativo en las pruebas de alcoholemia y drogas que se le practicaron, según explican fuentes policiales.
En el tramo donde se ha producido el accidente son habituales los excesos de velocidad. Se encuentra limitado a 80 km/h y son muchos los conductores que superan esa velocidad ampliamente pese a las diversas incorporaciones y cambios de carril que se dan en este nudo vial del Baix Llobregat con cierta recurrencia de siniestros.
Repunte de la accidentalidad en las últimas semanas en Lleida
Con ésta ya son 88 las personas que han perdido la vida en las carreteras catalanas en lo que va de año. El mes de julio se cerró con 18 víctimas mortales, siendo junto a marzo el mes con mayor accidentalidad de este 2025.
El repunte en las últimas semanas se ha dado de manera destacada en las carreteras de Lleida, lo que ha llevado a los Mossos a reforzar su presencia en puntos estratégicos de la red vial. Además, ha trasladado a esa provincia los cuatro carroradares que tiene el Servei Català de Trànsit, que hasta ahora se podían ver en autopistas y autovías del entorno metropolitano como la AP-7 y la A-2.