El Ministerio de Economía informó este martes que la última licitación de deuda en pesos del gobierno de Alberto Fernández terminó con un saldo favorable, por encima de los vencimientos, de $233.000 millones. Así, el Poder Ejecutivo cerrará su mandato con un financiamiento neto conseguido a lo largo del año de 5,23 billones de pesos.
Según anticipó el secretario de Finanzas Eduardo Setti, sobre un total de vencimientos por $1,52 billones se adjudicaron $1,76 billones, lo que implicaría un financiamiento neto de $233.473 millones.
“Una de las mayores dificultades que ha tenido que afrontar el Gobierno Nacional durante el último año fue el reordenamiento de los vencimientos de la deuda en pesos y el financiamiento soberano en el mercado local”, dijo el funcionario en X.
“En la licitación realizada en el día de hoy, sobre un total de vencimientos por $ 1,52 billones se adjudicaron $ 1,76 billones alcanzando un financiamiento neto de $233.473 millones y, en lo que va del año, un financiamiento acumulado $ 5,24 billones”, agregó.
Fue la última instancia de licitación de bonos en moneda local hasta el traspaso de mando el 10 de diciembre. Hubo, en el menú puesto a disposición para los tenedores que busquen renovar sus tenencias, títulos atados al índice CER (inflación), dollar linked, duales y los nuevos bonos “sostenibles”, por los que el Gobierno apuntaba a financiar “una combinación de proyectos verdes y proyectos sociales”. Al posteo se Setti se sumó Sergio Massa. “Gracias a todos los sectores del sistema financiero que trabajaron codo a codo, todo el año, con Economía”, dijo.
El manejo de la deuda en pesos es uno de los problemas que asoma para la administración entrante. Eso sucede porque, tal como reflejó Infobae, casi la totalidad del stock de bonos en moneda local está atado a la evolución del tipo de cambio oficial, el que administra el Banco Central, y hacia inflación. Un devaluación del dólar, algo que asoma como una medida posible para las próximas semanas, haría más oneroso para el Tesoro el pago de esos intereses.
De los $33 billones que vencen entre diciembre de este año y todo 2024 el 98% son títulos atados a la inflación o la variación del dólar oficial. Hasta diciembre el Gobierno deberá afrontar compromisos en moneda local por $1,5 billones y otros $31,5 billones el año que viene, según estimaciones de Romano Group.
La cuestión del manejo de la deuda asoma como uno de los tema de agenda que más rápido se presentarán para Massa como jefe del Palacio de Hacienda en medio del proceso de traspaso de mando -político en la Casa Rosada y económico en el Ministerio de Economía y el Banco Central-, y además es un tema del que Milei eligió pronunciarse en su discurso de victoria, el domingo por la noche. Habló de un Estado que “cumple a rajatabla con sus compromisos”, lo que fue leído como un guiño a que una administración libertaria no buscará incumplir pagos de deuda.
Un informe reciente de Equilibra consideró que “En el plano local, el vaso medio lleno es que a pesar del fresco recuerdo que dejó el reperfilamiento de la deuda en pesos durante el final del mandato de Mauricio Macri, durante los últimos años el Tesoro pudo recomponer el mercado local de financiamiento”, afirmaron.
“El vaso medio vacío es que se vio favorecido por la fuerte represión financiera y estuvo apuntalado por el BCRA (vía compras en el mercado secundario y la habilitación al sector financiero a integrar encajes con títulos públicos), el financiamiento de corto plazo y la emisión de instrumentos indexados (a la inflación y/o el dólar oficial). Como resultado, la deuda indexada pasó de constituir el 78% de la deuda pública en pesos en diciembre de 2021 a 99% en noviembre de 2023, aumentando con fuerza el costo financiero de una corrección cambiaria y/o un rápido traspaso a precios”, concluyó Equilibra.