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Renuncia silenciosa: la conducta que describe a los empleados desmotivados

“Esa parte ya no me corresponde a mí”, “no tengo por qué hacer más”, “así nomás, no me pagan lo suficiente como para que me esfuerce tanto”, “ni un minuto más”. Estas frases podrían ser las de un trabajador desmotivado, que, si bien permanece en la empresa, decidió limitarse a lo mínimo que le toca porque ya no se siente a gusto. La psicología describe este fenómeno como renuncia silenciosa o quiet quitting. 

  • 28 de junio de 2025 12:05

Por Gabriela Marmori Battilana (@gabymarmori)

Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida, dice la frase atribuida al filósofo chino, Confucio. Si bien el descubrir la verdadera vocación no garantiza que el camino esté repleto de paraísos laborales, sí es evidente que alguien que trabaja en algo que no le agrada y que no es lo suyo, difícilmente se sienta a gusto y muy improbablemente alcance el rendimiento esperado como para merecer incentivos o estímulos.

Dicho esto, y separando ese tipo de ejemplos, nos adentramos a conocer acerca de una serie de conductas que tienen en común los trabajadores desmotivados y que podrían encuadrarse dentro de una renuncia silenciosa: una nueva tendencia en donde no se abandona el trabajo de forma total (físicamente se sigue presente), pero tampoco existe un compromiso de ir más allá de las tareas estipuladas.

Así lo define la psicóloga clínica María Belén González, con quien contactamos desde la redacción de Hoy Digital, a fin de tener más detalles al respecto. Entre las primeras señales podrían observarse la falta de compromiso y el desapego hacia el trabajo, la negación a tareas que impliquen un “esfuerzo extra”, la desmotivación hacia actividades que puedan precisar de acciones más activas y no pasivas, entre otras, explicó.

Por lo general se trata de un fenómeno multifactorial, y no debe confundirse con pereza o simple desgano, pues, puede tener que ver con la organización. Por ejemplo, en cuanto al reconocimiento que el jefe o superior les da a sus colaboradores, el equilibrio que ofrece (o la falta del mismo), la posibilidad de crecimiento dentro de la empresa, el clima laboral, etc.

Según la profesional, también guarda relación con las percepciones propias del colaborador hacia el trabajo y sus prioridades o con fenómenos psicológicos como el burnout (estrés laboral), y más.

Se considera que una persona que se encuentra en un entorno laboral que le hace sentir pleno, que le retribuye y le aporta cosas positivas más allá de lo laboral, por lo general tendría la predisposición de “correr la milla extra”, pero no en todos los casos se dan esas condiciones.

Por ejemplo, en entornos en los que prevalece la cultura de la hiperproductividad o la “hustle culture” (cultura del agotamiento/ajetreo), podrían con más razón aparecer señales de una renuncia silenciosa, a modo de respuesta ante las exigencias que ya se interponen entre la calidad de vida y una relación sana con el trabajo, señaló.

En cuanto a las consecuencias, advirtió, el quiet quitting puede causar mucha distorsión de la idea que la persona tiene acerca del trabajo, e ir desencadenando otros efectos como desmotivación e insatisfacción laboral, estrés laboral, aislamiento social en el trabajo, y hasta ansiedad o depresión en los casos más graves.

La prolongación de este estado, indicó, tiene efectos tanto para el colaborador, como para la organización, ya que el estado de desmotivación y descontento constante pueden converger en un desequilibrio a nivel físico y emocional en el trabajador, con consecuencias como ausentismo, bajo rendimiento y aumento de rotación. También podría generarle problemas más allá del trabajo, como, por ejemplo, en las relaciones interpersonales.

¿QUÉ HACER CON LA DESMOTIVACIÓN?

En un principio es ideal tener el contexto, ya que cada situación posee sus particularidades, pero en general, una persona que se encuentra dentro de esa “tendencia”, no elige eso porque le dé plenitud, más bien suele ser un “escape” o una “salida” que no representa un cambio tan abrupto como dejar el puesto de trabajo físicamente. Entonces es ideal siempre validar lo que la persona está sintiendo en ese momento, alentarla a analizar los pros y contras de seguir en ese “limbo” así puede sacar conclusiones más acertadas, y, de ser posible, la recomendación de acudir a profesionales para esclarecer aún más el panorama y poder encontrar respuestas.

LA OTRA CARA: SOBRECARGARSE DE TRABAJO

Puede deberse a varios factores, entre ellos, culturales, teniendo en cuenta desde el país de origen, lo aprendido en el ámbito familiar y el entorno acerca del trabajo, etc.

Además, individuales: aspiraciones y metas propias, características de la personalidad (no saber poner límites, asumir roles que no corresponden para probar su valor o demostrar algo) y más.

También puede responder a causas organizacionales como una distribución no equitativa de tareas, falta de un manual de funciones o de la actualización del mismo, falta de colaboradores o la ya mencionada “cultura organizacional”.

“Al ser prácticamente el otro extremo, esto tampoco ayuda al equilibrio anhelado para una vida plena y no es sostenible en el tiempo de una forma saludable, entonces puede tener graves consecuencias si no se frena a tiempo”, alertó.

Para la terapeuta, lo ideal siempre es buscar el equilibrio entre la calidad de vida personal y la vida laboral, para lo cual influyen distintos factores que pueden variar muchísimo entre una persona y otra, según sus valores, aspiraciones, organización a la cual pertenece, cultura y mucho más. Sin embargo, siempre es importante visibilizar estos temas, a modo de informar, identificar y trabajar en buscar soluciones para mejorar la vida en todos los ámbitos”, aconsejó la psicóloga clínica.

En cuanto a las empresas, consideró que es un gran reto evitar que estos fenómenos emergentes se hagan cada vez más presentes. Para ello, aconsejó fomentar políticas empresariales que busquen el bienestar, la equidad, salarios adecuados, un trabajo con miras hacia el desarrollo profesional y atención psicológica para los colaboradores (ya sea gratuita o con costo diferenciado). Finalmente, dando las condiciones necesarias para que se produzca el equilibrio entre la vida laboral y la personal, ya que está más que comprobado que cuidar del capital humano de manera considerada da mejores resultados.

Promulgan ley de pagos: qué implica y qué dicen los involucrados

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La nueva ley regula el ecosistema de pagos electrónicos.

El Poder Ejecutivo promulgó la ley del Sistema Nacional de Pagos, discutida por algunos sectores y defendida por otros, ya que busca regular el mercado de pagos electrónicos, que hoy no cuenta con un marco legal definido. Revisamos en qué consiste y qué alegan los actores involucrados.

  • 28 de junio de 2025 09:15

Las transacciones comerciales, que anteriormente se limitaban al efectivo, fueron evolucionando a diferentes métodos electrónicos y digitales. Las alternativas de pago hoy son varias: tarjetas de crédito y débito, Sipap o transferencias bancarias, código QR, etc.

En palabras del ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, este ecosistema de pagos electrónicos ha ido creciendo casi sin ningún tipo de regulación.

Es por eso que la Ley del Sistema Nacional de Pagos sancionada por el Congreso Nacional esta semana y promulgada ayer por el Ejecutivo, regula ese ecosistema de pagos electrónicos.

TRES PRINCIPIOS BÁSICOS

Según el presidente del BCP, Carlos Carvallo, la ley pretende imponer tres principios básicos en el funcionamiento del mercado de pagos:

La interoperabilidad interconexión

La transparencia

La competencia en el sistema de pagos

POTESTAD DEL BCP Y SUPERVISIÓN DE NUEVOS ACTORES

El Banco Central del Paraguay tendrá la potestad de exigir que una empresa se divida si cumple varios roles, entre ellos, banco, procesador de pagos y proveedor tecnológico a la vez, a fin de evitar conflictos de intereses y prácticas monopólicas.

Además, las billeteras, Fintech y otras plataformas de pago pasarán a ser reguladas por el BCP.

Liliana Caballero, miembro titular del directorio del BCP, señaló que no puede una misma entidad tener un rol de adquirente y de procesador, porque le da un beneficio en sentidos cruzados.

“Lo que vamos a hacer es abrir la cancha para que entren más competidores. Buscamos poder incorporar más jugadores y regular a los que estén para que no tengan una práctica con una fuerza de que al final no les dejan entrar”, explicó Caballero.

Son varias capas y la concentración en una sola, pone también en riesgo la continuidad de los pagos, advirtió. ¿Qué pasa si cae Bancard? También caen todos los pagos, señaló.

Respecto al cuestionamiento de la separación de funciones, Caballero aclaró que no implica salir de funciones, sino segregar funciones en pos de la mejor administración, a fin de disminuir el riesgo operativo de la concentración de roles.

“No podemos tener competencia si tenés un jugador dominante que no deja que otra persona entre. Solamente queremos que segregue sus roles y deje que otros entren”, insistió.

CANTIDAD DE POS

El ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovino, señaló que, a futuro, la legislación apunta a la unificación de máquinas de pos, algo que beneficiará a los comercios que hoy se ven obligados a tener un pos por cada grupo bancario.

“Si uno quiere trabajar con un pos en particular, la acreditación que me hacen a mí que soy comercio, se hace solamente en la cuenta que es dueño de ese pos. No es que me dejen elegir. Por ejemplo, el banco W no pertenece al grupo de bancos que son dueños de ese pos, entonces hay mucho poder detrás de ese pos”, indicó.

Al respecto, el ministro dijo que esta es la razón por la que PayPal no viene al Paraguay, ya que las condiciones no están dadas.

Por su parte, los miembros de la Asoban expresan su preocupación respecto al artículo 4 en sus incisos e) y q) que otorgará a la autoridad de aplicación facultades que consideran excesivamente amplias y de redacción ambigua para regular e intervenir la estructura organizativa de los participantes del sistema, incluyendo la posibilidad de:

Exigir “separaciones estructurales” entre entidades vinculadas con base en criterios amplios y potencialmente arbitrarios como la “transparencia” o el “interés público”. (inc. e)

Suspender e incluso dejar sin efecto, las decisiones adoptadas por un administrador y/o proveedor de un servicio y/o sistema y adoptar las medidas que considere oportunas. (inc. q)

Este artículo, alegan, lejos de promover un sistema de pagos moderno, eficiente e inclusivo, podría generar inseguridad jurídica, desincentivar la inversión y favorecer prácticas regulatorias discriminatorias.

Dos caminos para entender la sociedad capitalista moderna

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Max Weber y Karl Marx.

La humanidad vivió una suerte de torbellino a lo largo del siglo XIX y principios del XX. La Revolución Industrial, la eclosión del capitalismo, el crecimiento acelerado de las ciudades y el avance de la ciencia -a costas de la religión-, jugaron su parte en la formación de un mundo con diferente dinámica y formas de ver y entender la vida.

  • 22 de junio de 2025 09:00

Por Gonzalo Cáceres – periodista

De esta surgieron hombres y mujeres que intentaron darle cara a aquellos agitados tiempos, quienes, casi por norma, tienden a aparecer juntos en los manuales de sociología y filosofía contemporánea, aunque sus formas son tan distintas como profundas. Karl Marx es el referente teórico del conflicto de clases y del materialismo histórico. Por su lado, Max Weber se erige como el analista del sentido subjetivo y de la racionalización moderna. Estos grandes pensadores se propusieron interpretar la dinámica de la sociedad capitalista, pero lo hicieron desde perspectivas casi contrapuestas.

La lucha de clases

Karl Marx (1818-1883) fue un intelectual alemán cuyo espectro de estudio abarca economía, filosofía, historia y política. Nació en una acomodada familia de origen judío, se formó en filosofía y fue influenciado por la inspiración de Hegel, aunque no tardó en desarrollar su propia visión del devenir histórico.

Marx tiene su punto de partida en el denominado materialismo histórico; teoría que sostiene que las condiciones materiales de existencia (la forma en que los seres humanos producen lo necesario para vivir) determinan las estructuras sociales, políticas e incluso las ideas. Decía que “no es la conciencia la que determina el ser social, sino al revés: el ser social determina la conciencia”.

Cree que la economía es la base sobre la que se levantan todas las demás estructuras. Religión, política, derecho y cultura son, en su visión, “superestructuras” que reflejan los intereses de la clase dominante.

Desde esta perspectiva, Marx analiza la historia como un proceso de transformación basado en el conflicto entre las distintas clases sociales. Cada modo de producción (esclavismo, feudalismo, capitalismo) lleva en su interior contradicciones que desembocan en su propia destrucción. En el capitalismo, la contradicción principal se da entre dos clases: la burguesía, que posee los medios de producción (fábricas, tierras, capital) y el proletariado, que solo tiene su fuerza de trabajo (que vende a cambio de un salario).

Marx sostiene que esta relación es explotadora: el capitalista se apropia de la plusvalía (el valor que el trabajador produce por encima de lo que se le paga), lo que eventualmente desemboca en crisis económicas, desempleo, precarización de los trabajadores y concentración de la riqueza.

El objetivo final del autor de El Capital no es solo interpretar el mundo, sino transformarlo. La emancipación del proletariado implicaría una revolución que dé lugar a una sociedad sin clases, donde los medios de producción sean comunes y el trabajo se organice en función de las necesidades sociales, no del lucro.

Weber: el mundo desencantado

El también alemán Max Weber (1864-1920) nació algunas décadas después que Marx. Fue profesor, jurista, economista y sociólogo. Aunque conocía a fondo la obra de Marx y la respetaba, propuso un enfoque radicalmente distinto.

Weber parte de una idea central: la acción social sólo puede entenderse teniendo en cuenta el sentido que los individuos le otorgan. En lugar de enfocarse en grandes estructuras que oprimen -o determinan a las personas (como hacía Marx)-, Weber se interesa por cómo las personas comprenden el mundo (y actúan en consecuencia), lo que se conocería como el método de “verstehen (comprensión)”.

A diferencia de Marx, Weber no cree que exista un único factor común en los fenómenos sociales (como la economía). En su visión, la realidad social es multicausal y compleja: economía, religión, derecho, política y cultura interactúan constantemente.

Uno de sus aportes más importantes está en su análisis del surgimiento del capitalismo moderno. En su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Weber muestra que ciertas creencias religiosas (particularmente del calvinismo) favorecieron el desarrollo de una mentalidad racional, disciplinada y orientada al trabajo productivo.

Si bien no era un defensor del capitalismo, a Weber le preocupaba más el proceso de racionalización de la vida moderna (la creciente importancia de la eficiencia, el control, la burocracia y las reglas impersonales). En ese contexto, hablaba de una “jaula de hierro”: un mundo donde las personas quedan “atrapadas en sistemas que no comprenden ni controlan (la libertad individual se ve sofocada por un aparato racional que, paradójicamente, es irracional en términos humanos)”.

Weber insistió en que las ideas, las creencias y las motivaciones tienen un peso real en la transformación histórica (o todo se reduce a la lucha económica).

En sintonía y en desacuerdo

Tanto Marx como Weber ven en el capitalismo moderno una forma de organización social que tiene consecuencias negativas para el individuo. Marx lo considera explotador y alienante; Weber, una fuente de deshumanización y pérdida de sentido, porque se ha roto con formas anteriores de vida y creado nuevas lógicas sociales.

Marx asocia el capitalismo con la industrialización y la propiedad privada; mientras que Weber lo hace, pero con la racionalización y el desencantamiento del mundo.

Cada uno, a su manera, rechazó la especulación vacía y proponía herramientas metodológicas para analizar lo real.Según Marx, el cambio definitivo vendrá a través de la revolución y el derrocamiento del sistema capitalista. Weber, por el contrario, no propone ninguna vía de transformación radical. Su proyecto es más modesto, aunque no menos valioso: entender el mundo, incluso cuando no ofrece respuestas satisfactorias.

Dos modos distintos de pensar la sociedad

Lejos de oponerse de forma simplista, sus ideas pueden leerse en tensión creativa. Uno estructural y revolucionario; otro interpretativo y desencantado. Uno propone el cambio como liberación de una opresión histórica; el otro advierte sobre los peligros de una modernidad que avanza “sin alma”.

Marx nos alerta sobre las injusticias materiales y la necesidad de transformación estructural. Weber nos invita a mirar la complejidad de los fenómenos humanos y a no perder de vista el sentido en medio de la racionalización.

Ambos, desde su lugar, siguen siendo imprescindibles para comprender las dinámicas del poder, la desigualdad, la cultura y el sentido en las sociedades contemporáneas. En un mundo que cambia vertiginosamente, las preguntas que ellos se hacían siguen abiertas. Tal vez no podamos responderlas por completo, pero al menos podemos formularlas mejor gracias a ellos.

Un gran paso contra el VIH: en Paraguay se celebra el avance, pero preocupan las cifras

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Un gran paso contra el VIH: en Paraguay se celebra el avance, pero preocupan las cifras.

Desde Estados Unidos esta semana llegó una gran noticia en cuanto al avance en salud. Un medicamento inyectable contra el VIH fue aprobado para ser utilizado en humanos. Para nuestro país representa una gran oportunidad de evitar un mayor número de infecciones, ya que actualmente se tienen cifras que encienden las alarmas de los encargados de salud.

  • 22 de junio de 2025 09:00

Por Juan Riveros (@JuancitoRiveros)

Desde hace décadas, incluso en Paraguay, existen medicamentos para prevenir la transmisión del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Sin embargo, se requiere la ingesta de píldoras diarias.

Esta semana el mundo se vio sorprendido ante el anuncio de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), sobre la aprobación del primer medicamento inyectable, bajo la marca Yeztugo por el laboratorio farmacéutico Gilead, consistente en dos inyecciones anuales.

La reacción en nuestro país no se hizo esperar. Desde el Programa Nacional de Control de VIH/SIDA/ITS (Pronasida) celebran el avance histórico, que también representa una oportunidad para toda la población paraguaya.

“No es una vacuna, pero tiene una eficacia del 100% para prevenir nuevas infecciones. Es un medicamento antiviral que se aplica de forma subcutánea dos veces al año”, explicó a Universo 970 AM de Nación Media, la doctora Elena Candia, directora general del Pronasida.

Asimismo, la jefa médica aclaró que el inyectable está dirigido a personas libres de infección, pero con riesgo inminente. “Uno de los principales requisitos es que la persona tenga una prueba de VIH negativa y luego se hace una evaluación de riesgo. Existen conductas que suponen un mayor riesgo de infección”, indicó.

Sobre la situación en Paraguay, Candia señaló que la epidemia está concentrada en ciertas poblaciones, como el caso de los hombres que tienen sexo con hombres y los trabajadores del sexo en general, además de aquellas que mantienen relaciones sexuales sin protección con varias personas.

Asimismo, la doctora sostuvo que el VIH es una de las áreas en donde más avances hubo en materia de prevención y tratamiento. “Hoy una persona con VIH es considerada una persona con una condición crónica, pero que puede llevar una vida absolutamente normal en el caso de que siga todos los tratamientos”, explicó.

Al respecto, resaltó que la expectativa de vida actual de una persona con VIH es la misma que la de otra persona sin la infección.

Por otro lado, adelantó que se encuentra en curso otra investigación sobre la aplicación intramuscular de forma anual y así facilitar cada vez más a las personas el acceso a la prevención de la infección.

Hoy Hoy