Evacúan embajadas en Teheran.
Las embajadas latinoamericanas en Teherán ya no tienen luces encendidas. En las últimas 48 horas, los gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, México y Bolivia ordenaron evacuar a todo su personal diplomático ante el avance militar de Israel sobre Irán.
El estallido de una guerra abierta en Medio Oriente reconfiguró prioridades. El objetivo: proteger al cuerpo diplomático y sus familias ante un escenario que se vuelve cada vez más inestable. La decisión fue extrema, pero inevitable. Los ataques aéreos sobre infraestructura estratégica iraní se intensificaron y ya nadie garantiza seguridad en la capital persa.
Argentina inició su salida con perfil bajo. La Cancillería ordenó evacuar sin cortar vínculos formales. “No implica ruptura de relaciones”, aclaró el encargado de Negocios, Mariano Jordán, antes de dejar Irán rumbo a Azerbaiyán por vía terrestre. En Teherán aún permanecen 40 ciudadanos argentinos, que decidieron quedarse pese a las recomendaciones oficiales.
OTRAS NOTICIAS
Brasil y Bolivia siguieron el mismo camino. Sus embajadores abandonaron el país junto al personal, sin fecha de regreso. Chile cerró su sede y evacuó a su embajador y equipo inmediato. México hizo lo mismo, pero con un operativo paralelo para resguardar a diez turistas varados en la ciudad de Fajan.
Las imágenes de diplomáticos huyendo contrastan con la retórica bélica que crece en redes. El ayatolá Alí Jamenei lanzó una advertencia pública a Estados Unidos: “La batalla comienza. No habrá piedad hacia los sionistas.” Lo dijo desde su cuenta oficial, invocando al imán Haidar, símbolo de la resistencia chiita.
Israel, por su parte, intensificó los ataques sobre objetivos iraníes. Bombardeó refinerías, bases militares, centros de enriquecimiento de uranio y, según fuentes militares, eliminó a casi dos docenas de científicos del programa nuclear iraní. La ofensiva incluyó operaciones quirúrgicas en Natanz y Fordow, los dos búnkeres nucleares más importantes del régimen.
OTRAS NOTICIAS
Putin también ordenó evacuar. Rusia trasladó su representación diplomática a Azerbaiyán, un territorio aliado que funciona como retaguardia estratégica. España, en cambio, aún no tomó una decisión oficial, aunque Pedro Sánchez recomendó a sus compatriotas abandonar el país.
En Irán, el aislamiento es visible. Cada embajada que cierra deja un mensaje. Los aliados ideológicos, como Cuba y Nicaragua, ya preparan su salida. Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel, pese a su cercanía con Teherán, decidieron no arriesgar. En cuestión de días, no quedará ninguna representación latinoamericana activa en la capital iraní.
El conflicto escala y nadie sabe dónde terminará. La Casa Blanca evalúa profundizar su respaldo militar a Israel. Si eso ocurre, las bases estadounidenses en Irak, Siria y el mar Rojo quedarían bajo fuego de milicias proiraníes. Los hutíes yemeníes ya amenazaron con atacar buques si Fordow es bombardeado.
Mientras los misiles vuelan y las fronteras tiemblan, la diplomacia corre. No por protocolo, sino por supervivencia.