A menos de un mes para la asunción de los nuevos diputados nacionales, empezaron las discusiones por la selección de los despachos y el interés de varios legisladores por quedarse en el edificio principal y no ser enviados al Anexo. En medio de las discusiones, el presidente de la Cámara, Martín Menem dispuso un nuevo protocolo, donde todos deben devolver los despachos y hasta amenaza con multas económicas.
Hace pocos días, la Presidencia de la Cámara de Diputados emitió una resolución que generó polémica entre los diputados nacionales y electos que están por asumir: la restitución de los despachos para la reorganización.
«Resulta necesario disponer la restitución de los espacios físicos actualmente ocupados, a fin de proceder a una reorganización general conforme a la representación vigente y a las necesidades funcionales de esta Honorable Cámara», indica en la nota enviada a cada uno de los 127 diputados que dejan sus bancas los primeros días de diciembre.
Pero también hace extensivo la notificación a los presidentes de comisiones y de bloques. «Establecer que los Diputados de la H. Cámara de la Nación que finalicen su mandato o cesen en sus funciones por cualquier motivo deberán restituir la totalidad de los espacios físicos, oficinas, despachos y dependencias, así como el mobiliario y el equipamiento electrónico e informático que les hubieren sido asignados o entregados en su carácter de legisladores, autoridades de bloques políticos o de comisiones», precisa.
Para los que finalizan el mandato establece como límite el 9 de diciembre. Este protocolo alcanza también a los diputados que fueron electos en otro cargo: «Aquellos que cesaren en sus funciones por cualquier otro motivo deberán hacerlo dentro del plazo de cuarenta y ocho (48) horas desde que se ponga en conocimiento de esta H. Cámara la finalización de sus funciones».
José Luis Espert, uno de los que debe entregar su despacho. Foto: Emmanuel FernándezPara los presidentes de los distintos bloques también impone como fecha límite para devolver despacho, mobiliario y «el equipamiento electrónico e informático existente en los mismos» hasta el 9 de diciembre.
La misma nota advierte sobre las sanciones. «El incumplimiento de la obligación establecida en el artículo precedente dará lugar al descuento de la última dieta a percibir al momento del cese del legislador, hasta completar el importe total de los bienes no restituidos», remarca el escrito de la Presidencia de la Cámara.
Y además, lanza una advertencia más. Instruye al Servicio Jurídico Permanente para que, «en los casos en que el valor de los bienes no restituidos exceda el monto de la liquidación final y el legislador saliente no integre el valor diferencial correspondiente, promueva las acciones judiciales pertinentes para el recupero de dichos bienes o de su valor equivalente».
María Eugenia Vidal termina su mandato como diputada el 9 de diciembre. Foto: Emmanuel FernándezY sobre la distribución, en ese escrito, apenas adelanta: «Que los espacios físicos asignados a los legisladores, bloques políticos y comisiones constituyen un recurso institucional común, cuya distribución debe a parámetros de racionalidad, equidad y operatividad».
La polémica ahora se centra en quién será el que redistribuya los despachos que entreguen los salientes y con que criterio lo hará.






