
Sant Adrià de Besòs
A las seis en punto de la mañana, más de 350 mossos d’esquadra de distintas unidades centrales y de la Región Policial Metropolitana Norte han irrumpido en La Mina de Sant Adrià de Besòs para realizar un macrodispositivo contra el tráfico de drogas e identificar y detener a los presuntos autores del tiroteo del pasado 7 de enero. A media mañana los investigadores realizaron un balance del dispositivo, once detenidos, entre ellos diez de las personas identificadas por presuntamente haber disparado aquella noche, y la incautación de nueve armas de fuego entre ellas varias pistolas y escopetas que falta por confirmar si participaron en la trifulca.

Varios vecinos de La Mina se asoman durante el dispositivo de este lunes
Jordi Pujolar / ACN
Con el barrio completamente en silencio y apenas unas pocas luces encendidas de los vecinos que madrugaban para ir a trabajar, los policías han irrumpido de manera coordinada en 14 viviendas, en las calles Saturn, Venus y Mar. Los accesos a los pisos se han realizado sin incidentes. Los mossos de la ARRO y de la Brigada Mòbil y del Grup Especial d’Intervenció (GEI) se han encargado de derribar las puertas y asegurar el acceso de los investigadores.
Pese a las dimensiones del operativo, solo el sonido de los tres drones que han sobrevolado las azoteas de los emblemáticos edificios del barrio y las hélices del helicóptero que ha iluminado con un gran foco desde el cielo la escena ha roto el silencio de la noche. Ni un grito, apenas unos pocos golpes y en menos de tres minutos, todas las viviendas estaban aseguradas y los sospechosos arrestados.
La policía trata de identificar las armas de fuego que participaron en el tiroteo de enero que terminó con una herida
La investigación arrancó el pasado 7 de enero tras el tiroteo protagonizado por dos familias, los García Cortés y los Cascabeles, que tras un primer altercado entre menores, se enzarzaron en un intercambio de disparos que provocó la indignación de buena parte de los vecinos del barrio. Aquella madrugada se realizaron cerca de 200 detonaciones con distintas armas de fuego, entre pistolas y escopetas. La compleja investigación ha estado liderada por los mossos de la unidad de investigación de la comisaría de Sant Adrià, con el apoyo de Badalona, de quien dependen orgánicamente, y la División de Investigación Criminal (DIC).

Vecinas de La Mina y los mossos que participan en el operativo.
Mayka Navarro
Al frente del dispositivo ha estado desde primera hora de la mañana el comisario responsable de la región Sergi Pla, y los mandos de la Comisaría General de Investigación, así como el titular del juzgado de instrucción 4 de Badalona, Josep Maria Noales, que dirige la causa vinculada con el tiroteo y la magistrada al frente del juzgado 1 de Badalona, Alba Rodríguez, responsable de la parte relacionada con el tráfico de drogas. Por el asunto de los estupefacientes, la magistrada ha dejado sin efecto dos de las tres detenciones y sólo ha autorizado la detención de uno de los sospechosos. En esta ocasión, apenas han intervenido droga, pero si cerca de 8.000 euros en efectivo; además de desmantelar uno de los puntos de venta más activo en los últimos meses en La Mina y que estaba tutelado por una de las dos familias relacionadas con el tiroteo de enero.
Hasta La Mina se han desplazado también los mossos de la unidad central de balística de la Policía Científica que han realizado una reconstrucción del tiroteo y se han llevado las nueve armas. En las próximas horas y ya en el laboratorio tratarán de identificar si alguna de las incautadas este lunes participó en el tiroteo, en el que una vecina resultó herida al colarse una de las balas por la ventana de su casa. Un miembro de los Cascabel también tuvo que ser intervenido por una herida de bala en la oreja pero por un disparo de un miembro de su familia.
Los diez detenidos por el tiroteo pasarán a disposición el martes en los juzgados de Badalona, acusados de los delitos de tenencia ilícita de armas, desórdenes públicos, lesiones y amenazas. Los investigadores han trabajado a partir de los videos que grabaron los vecinos del barrio y que se encargaron de difundir incluso algunos miembros de las familias que habían intervenido. Pero son imágenes de muy mala calidad y será muy difícil identificar a los hombres y mujeres que empuñan las armas y disparan con los arrestados este lunes.
Los mossos esperan que algunas de las armas intervenidas, especialmente las escopetas, pueda ser relacionada con el incidente de enero. En los registros también se ha intervenido abundante munición, alguna de arma de guerra, e incluso se han localizado, dos meses después, vainas de las percutadas en enero.
El intendente Alfons Sarrias ha destacado la importancia del operativo en cuanto al mensaje que traslada a los vecinos de La Mina. Que no hay impunidad y que la policía está dispuesta a devolver al resto de vecinos la tranquilidad en un barrio en el que en los últimos meses volvían a ser habituales los tiros intimidatorios de medianoche.