Bloomberg Línea — Las relaciones entre Guatemala y Belice enfrentan un nuevo episodio de tensión tras una serie de incidentes ocurridos entre el 10 y el 13 de septiembre en el Sarstún, punto focal de la disputa territorial entre ambos países.
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El conflicto territorial de larga data parecería estar bajo control diplomático, luego que en 2019, ambos países acordaron resolverlo por la vía legal ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Sin embargo, mientras se espera un fallo, los roces persisten.
La escalada actual comenzó el 10 de septiembre, cuando el Gobierno beliceño denunció que miembros del Ejército de Guatemala colocaron una bandera guatemalteca en la isla Sarstún (Sarstoon), ubicada en la punta más meridional de Belice, justo en la desembocadura del río Sarstún.
Su cuenca pertenece a Guatemala, y el canal principal, que corre al sur de la isla, marca parte de la frontera entre ambos países. La isla Sarstoon, cuyo territorio de 0,26 millas cuadradas está deshabitado y se compone mayormente de pantanos de manglares, es parte del distrito de Toledo, uno de los seis distritos beliceños.
De acuerdo con el comunicado de Belice, los militares guatemaltecos también habrían intentado embestir una embarcación militar de Belice. La tensión siguió durante el 12 y 13 de septiembre.
Si bien la bandera fue retirada luego de conversaciones entre ambos gobiernos, Belice anunció que presentaría una protesta diplomática formal ante Guatemala.
En reacción, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala rechazó las acusaciones de agresión y aseguró que su Ejército actuó con “prudencia y responsabilidad” para evitar que la situación escalara, y criticó que Belice “haya recurrido a sobredimensionar la situación en medios internacionales y ante terceros Estados, actitud que refleja una intención de desestabilizar y magnificar innecesariamente los incidentes”.
Según la versión guatemalteca, unidades de las Fuerzas de Defensa de Belice ingresaron en territorio nacional por el río Sarstún, sin la autorización respectiva y en violación de la integridad territorial de Guatemala. “Estos ingresos ilegales constituyen un riesgo grave para la población civil guatemalteca que habita o transita en el río y sus riberas”.
Ante esto, agregó el Ejército de Guatemala, “defendió con firmeza la soberanía en el río Sarstún, actuando con prudencia y responsabilidad para evitar una confrontación”.
En palabras del presidente guatemalteco Bernardo Arévalo de León, estos episodios “recurrentes” son parte del “hecho de que todavía no hay una definición al diferendo territorial que existe entre ambos países”. Aunque lamentó el tono elevado del gobierno beliceño, aseguró que Guatemala mantendrá una política firme de defensa de su soberanía, pero evitando que la situación escale.
“Ambos países estamos ya comprometidos con una vía de una solución de derecho y hemos acordado que va a ser por la vía de la justicia y de la Corte Internacional”, dijo Arévalo, durante la conferencia de prensa del Gobierno del 16 de septiembre.
Belice le responde a Guatemala
El Gobierno beliceño respondió al comunicado guatemalteco rechazando lo que calificó como un intento de “distorsionar los hechos”.
Según Belice, el límite entre ambos países está definido desde el Tratado Wyke-Aycinena de 1859, que establece el canal medio del río Sarstún como la frontera, y que la isla Sarstún se encuentra dentro de su territorio. Además, sostuvo que videos públicos muestran el actuar profesional y calmado de su fuerza militar, desmintiendo cualquier provocación.
Belice reiteró su confianza en que la CIJ validará su posición, pero subrayó que, mientras tanto, ambas partes tienen la obligación de evitar acciones que agraven el conflicto.
También urgió a avanzar en la creación de un mecanismo conjunto para la cooperación en el Sarstún, como señal de compromiso con la paz y la estabilidad en la zona.
El conflicto escala a otras instancias
La situación ha generado críticas dentro de Belice. El partido opositor Belize People’s Front pidió al primer ministro John Briceño adoptar una postura más firme.
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Su líder, Nefretery Nancy Marin, denunció que los actos del Ejército guatemalteco están “respaldados al más alto nivel” y que las incursiones en zonas como la Reserva Forestal Chiquibul también representan un problema ambiental y de seguridad nacional.
Marin anunció su retiro de la feria comercial Manufexport 2025, que se celebra en Guatemala, y exhortó al gobierno a enviar un mensaje claro: “nuestra independencia no está en negociación”.
Además, el bloque Caricom (Comunidad del Caribe), al que pertenece Belice, respaldó a su Estado miembro y pidió a Guatemala abstenerse de acciones militares en territorio beliceño. También exhortó a ambos países a retomar el diálogo con la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
🗒️CARICOM Statement on Border Incursions on Belize by Guatemala#CARICOM has been informed by the Government of Belize that on several occasions during the period 10 -13 September 2025, elements of the Guatemalan Armed Forces (GAF) entered Belizean territory in the Sarstoon… pic.twitter.com/0ZBXs9aoAh
— CARICOM: Caribbean Community (@CARICOMorg) September 16, 2025
También Alejandro Moreno, presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), instó al respeto de la soberanía beliceña y al retiro de fuerzas navales guatemaltecas de la zona. “Nos preocupa que el conflicto entre dos naciones hermanas se aumente y haremos todos los esfuerzos para ayudar a la construcción de los acuerdos que ayuden a superar este diferendo”, dijo.