El espeluznante caso del doble femicidio de Córdoba, donde Pablo Rodríguez Laurta (39) está acusado de asesinar a su ex pareja, a su ex suegra y de secuestrar a su hijo para fugarse, plantea una interrogante por fuera de la investigación policial: qué pasará con el menor de edad, víctima del horror cometido por su padre.
El niño, que cumplió seis años este martes, actualmente quedó al cuidado de una familia de emergencia designada por un plan del gobierno provincial cordobés pensado para este tipo de situaciones traumáticas.
A partir de ahora comenzará un proceso para resolver quienes quedarán como sus tutores. Una tía materna, que viajó desde Chile, dijo que quisiera hacerse cargo. También Estrella, la abuela paterna, mencionó que está dispuesta, aunque sabiendo las complejidades que puede tener por el vínculo de sangre con el acusado.
Todas las opciones van a ser evaluadas por la justicia, adelantó Liliana Montero, ministra de Desarrollo Humano de Córdoba, quien está monitoreando el caso. «Lo principal siempre es el interés superior del niño. Tanto los equipos como las familias y la escuela comprendieron que los procesos deben ser sin pausa pero sin prisa», explicó en diálogo con TN.

Actualmente ya se empezó a trabajar en el tema. Lo primero fue realizar una contención de urgencia que permita contenerlo en el trauma que está atravesando. Por eso hubo una decisión de no enviarlo a una institución.
«El niño nunca estuvo ni va a estar en una institución, porque entendemos que no es lo adecuado. Está en una familia de resguardo, una modalidad específica de familias de emergencia. Privilegiamos aquellas familias de la comunidad donde él ha crecido. Es una familia que lo conoce«, explicó.
Por ese motivo, descartan que se realice una mudanza en lo inmediato.»Vamos a mantener este entorno que alivia el dolor y el impacto emocional que este chico va a tener. No es necesario cambiarlo de escuela: este entorno lo abraza y lo contiene. Esto lo han entendido todos los que intentamos aliviar su dolor»
Una vez realizada esa contención, comenzará el proceso para decidir quien se quedará con él. «Una cosa es la emergencia y otra es el proceso para determinar el lugar donde el niño definitivamente se va a instalar. Ya se empezó a trabajar: se privilegian los lazos familiares y se evalúan muchas variables. Quiénes tenían vínculos previos, quiénes de la familia están dispuestos a hacerse responsables del niño», contó.
Montero señaló que el niño tendrá «secuelas irreversibles» por la traumática situación que atravesó. Sobre el pedido de la familia paterna, explicó que la última palabra será la del juez que evalúe las alternativas.
En el cierre, pidió como sociedad combatir «el odio desparramado del progenitor y de sectores que deslegitiman al feminismo». «No podemos, como sociedad, negarle a este niño ni a ningún otro la razón por la que su madre fue asesinada. Eso es un femicidio, y hay que decirlo con todas las letras. Si fuese hombre, estaría vivo», marcó.

El sábado, en Villa Serrana, Rodríguez Laurta se las ingenió para llegar a la casa donde vivían su ex pareja Luna Micaela Giardina (26), su ex suegra Mariel Zamudio (54) y su hijo. Asesinó a balazos a Giardina y a su madre, y luego se escapó con el nene del lugar del crimen. Hay imágenes de cámaras de seguridad que los muestran a ambos saliendo de ahí.
Mediante la coordinación de los ministerios de Seguridad de las provincias de Córdoba y Entre Ríos la Policía los encontró el domingo en buen estado de salud en el hotel Berlín en Gualeguaychú, luego de que se activara el Alerta Sofía y un pedido de captura a Interpol.
Tras atrapar al uruguayo dentro del hotel, la Policía confirmó que en la habitación 209, donde se hospedaba, secuestraron una pistola Bersa calibre .380 con 11 municiones. Creen que es la misma arma con la que asesinó a las dos mujeres.