Días atrás, el Gobierno nacional implementó el fin del cepo cambiario y un dólar flotante que, con la intervención del Banco Central, se mantendrá en un valor que oscilará entre 1.000 y 1.400 pesos. Esto se da tras la confirmación de un nuevo período de endeudamiento, esta vez, con un nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 20.000 millones de dólares.
En diálogo con El1, la secretaria de Producción del Municipio de La Matanza y exministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, se refirió al dólar flotantes: “Las bandas cambiarias que el Gobierno puso al dólar no son favorables porque transmiten una incertidumbre con respecto a cuál va a ser el valor del tipo de cambio en el futuro, tanto para el exportador como para el importador”.
“No es que el Banco Central solo interviene en el valor del piso o el techo del dólar, sino también en la franja media”, señaló Giorgi, y recordó: “El FMI otorgó al país un nuevo préstamo de facilidades extendidas por 20.000 millones de dólares, pero ese monto es el mismo que se debe para los próximos cuatro años, cuando está la vigencia de la gracia del préstamo”.
Además, consideró que la política anunciada con bombos y platillos no tendría el impacto que se espera: “Una eliminación del cepo solo para los particulares y dentro de un símil corralito del homebanking puede resultar una noticia que venda desde lo mediático. Pero, para los empresarios, no veo que se haya diluido la incertidumbre, y menos para los trabajadores”.
Por último, vaticinó que, a pesar de la medida, en los próximos meses “podría haber un aumento de precios de entre 3,5 y 4 por ciento”. “Creo que es una forma mediática y marketinera de devaluar sin devaluar y que adolece de la contundencia del efecto real. Veo aumentos de precios, menor actividad económica y más incertidumbre”, concluyó.