El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires mantiene su plan para construir una nueva estación ferroviaria entre la terminal de Retiro y la Facultad de Derecho de la UBA. El proyecto busca conectar las líneas Belgrano Norte, San Martín y Mitre con la línea H del subte. Su avance depende del acuerdo con el gobierno nacional, propietario de los terrenos.
La nueva parada de trenes se emplazará en una localización estratégica, entre la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y el Centro de Exposiciones. El diseño de la estructura tiene como objetivo no solo mejorar la conectividad, sino también actuar como un articulador urbano. La estación podría vincular el Barrio 31 con el barrio de Recoleta, al pasar por encima de las vías.
El interés del gobierno porteño se formalizó a fines del año pasado. En ese momento, el Ministerio de Infraestructura y Subterráneos de Buenos Aires SE (Sbase) impulsaron un concurso de ideas no vinculante. La convocatoria se realizó junto a la Sociedad Central de Arquitectura (SCA) y la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (Fadea) para seleccionar un posible diseño.
El documento del jurado detalla la importancia del proyecto. “Más allá de la optimización de la infraestructura ferroviaria actual, el nuevo nodo aportará un gran beneficio para la población más desfavorecida del Barrio 31, estudiantes, trabajadores y vecinos en general”.
Al concurso se presentaron más de sesenta propuestas de todo el país. Semanas atrás se anunciaron los tres proyectos ganadores que podrían servir de base para el diseño final del nodo ferroviario previo a Retiro. El primer premio lo recibieron los arquitectos Juan Martín Flores y Nicolás Guerra. El jurado destacó que “la propuesta se materializa como una pieza arquitectónica contundente”.
El veredicto también remarcó que el bosquejo busca “recrear una unión simbólica entre dos sectores de la ciudad históricamente divididos, consolidando una nueva centralidad pública”. Se valoró su diseño de planta baja libre y continua, definida como un “espacio público de transición”, y una estructura simple que reduciría costos de ejecución y mantenimiento.
El segundo premio fue para Edgardo Barone y Martín Szydlowski. Su propuesta presenta una estrategia espacial basada en la creación de un pórtico simple y austero. Los evaluadores cuestionaron que los espacios comerciales propuestos para la planta baja interfieren con la circulación. También mencionaron la “falta de una identidad clara y reconocible en términos de imagen urbana”.
El tercer premio lo obtuvieron Marcela Orcaje y Gonzalo Pérez. Su proyecto “se destaca por su contundencia formal y por una clara voluntad de integración con el entorno urbano inmediato”. El jurado valoró “la liberación de la planta baja”, que permite una conexión directa con el parque lindero. Los aspectos críticos señalados fueron la “fragmentación innecesaria” entre el edificio principal y el puente peatonal, además de escaleras descubiertas que no contemplan el mal clima.
La ejecución de la obra depende del diálogo entre la Ciudad y actores clave del gobierno nacional. La operadora ferroviaria Sofse y la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) deben participar del proceso y dar su aval. “No hay grandes avances, salvo que se premiaron a los ganadores”, informaron fuentes del Ministerio de Infraestructura porteño a LA NACION.
Desde Sbase respondieron en la misma línea que la cartera de Infraestructura. La empresa subrayó que la ejecución depende tanto del gobierno porteño como del nacional. En diciembre, sus voceros indicaron que trabajaban con la Nación para concretar la obra, que “puede transformarse en uno de los nodos multimodales más relevantes de la región metropolitana de Buenos Aires”.
El valor estratégico radica en la conexión a la línea H del subte y a numerosas líneas de colectivo que circulan por la zona del Bajo, como la 17, 61, 62, 67, 92, 93, 110, 124 y 130. El Ministerio de Transporte nacional no respondió la consulta de este medio sobre posibles diálogos con la Ciudad.
“La Ciudad querría hacerlo, hubo conversaciones con algunas áreas técnicas que, en principio, veían bien el proyecto y la idea”, agregaron las fuentes de Infraestructura. Aun así, admiten que “encontrar interlocutores en Nación” todavía representa un obstáculo.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.