Ubicación, acceso y características del municipio
Cachi está a 2.280 metros sobre el nivel del mar y a 150,6 kilómetros de la Ciudad de Salta. Pertenece al departamento homónimo y limita con Payogasta al norte y Seclantás al sur. Se accede por la Ruta Nacional 40, una de las rutas escénicas más impresionantes del país.
El municipio incluye parajes como Quipón, El Angosto, Rancagua, Escalchi, La Paya, San José, El Barrial, El Colte, Fuerte Alto, Banda Norte y Banda Sur, Cachi Adentro, San Miguel, Las Arcas, Las Pailas, La Aguada, Las Trancas y El Algarrobal.
La población total ronda los 7.200 habitantes, de los cuales unos 3.000 residen en el pueblo principal. El resto vive en los parajes del interior. La comunidad está compuesta mayoritariamente por criollos descendientes de comunidades originarias y de familias españolas de la época colonial.
La señal de telefonía móvil es buena en el casco urbano, pero puede fallar en algunos caminos rurales. Se recomienda avisar en la Policía, la Secretaría de Turismo o el alojamiento antes y después de realizar excursiones por zonas sin cobertura.
Cómo llegar a Cachi.jpg
Historia, legado y arquitectura colonial
Antes de la llegada de los conquistadores, la región estaba habitada por los diaguitas, agricultores, ceramistas y pastores que resistieron el avance del imperio incaico hasta el siglo XIV. Durante la colonia, Cachi formó parte de las encomiendas otorgadas por la corona española. En 1673, la zona fue asignada a doña Margarita de Chávez y posteriormente conformó la Hacienda de Cachi, una gran propiedad agrícola y ganadera.
El Pueblo Viejo conserva construcciones del siglo XVIII, con callecitas empedradas, muros de adobe y una iglesia histórica que forma parte del patrimonio nacional. La traza urbana incluye una plaza central y casonas coloniales de gran valor arquitectónico.
En 1946, el Estado expropió tierras de la hacienda para dar origen al Pueblo Nuevo. Hacia 1950 se distribuyeron lotes para viviendas, se construyeron servicios esenciales y comenzaron a delinearse los espacios institucionales, como la escuela, el hospital y la comisaría.
Cachi, Salta.
Cachi, Salta.
Fe, devoción y celebraciones populares
La Fiesta Patronal de Cachi en honor a San José se celebra cada 19 de marzo. La comunidad recibe a peregrinos de distintos parajes en una ceremonia conocida como «los misachicos», que traen imágenes religiosas desde sus capillas. Esa noche se realiza la tradicional quema de cardones, un ritual ancestral vinculado al equinoccio de otoño y las creencias andinas.
El Día de San José se vive con profunda fe: hay salva de bombas, misa solemne, procesión por las calles, desfile de gauchos y un almuerzo comunitario. Vecinos, visitantes y autoridades comparten una jornada de religiosidad y tradición.
En septiembre, los cacheños caminan hasta la ciudad de Salta para sumarse a la Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro. La peregrinación lleva más de 25 años y moviliza a miles de fieles. Por el camino se suman contingentes de parajes vecinos y cientos de personas asisten a los caminantes con alimentos, agua y abrigo.
Durante Semana Santa, el pueblo se transforma en un escenario de fe. El Vía Crucis viviente, la Quema de Judas y la Misa de Pascua congregan a toda la comunidad. Las representaciones litúrgicas emocionan por su intensidad y por la participación colectiva que moviliza a jóvenes, adultos y familias enteras.
Cachi, Salta.
Cachi, Salta.
Ritual a la Pachamama
Agosto es el mes dedicado a la Pachamama. El convite comienza el 1 de agosto con sahúmos e infusiones para limpiar la casa y el cuerpo. Las ceremonias se realizan en familia o en comunidad, con ofrendas que se entierran en pequeños pozos.
Las corpachadas incluyen hojas de coca, bebidas, comidas típicas y partes simbólicas de animales. Se repite la frase «Pachamama, kusilla, kusilla» como pedido de protección. La ceremonia es también una ocasión para agradecer por el alimento, la salud y el trabajo.
Cachi, Salta.
Cachi, Salta.
Artesanías con identidad propia
El arte textil de Cachi es una de las expresiones más valoradas de los Valles Calchaquíes. En El Colte, los artesanos producen ponchos, tapices y prendas decoradas con símbolos andinos. Los motivos incluyen figuras humanas, animales, espirales y elementos que representan el tiempo y la naturaleza.
El trabajo se realiza con lana de oveja, hilada y teñida de forma artesanal. El proceso comienza con el lavado de la lana, sigue con la tintura en colores naturales, el ovillado, el telar y el bordado. Se utilizan telares horizontales y verticales que permiten crear piezas únicas.
Los visitantes pueden recorrer talleres, conversar con los artesanos y adquirir productos locales. La experiencia permite conocer de cerca una tradición que se transmite de generación en generación.
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