Dos amigos que disfrutaban de un fin de semana de pesca se convirtieron en autores de un hallazgo que podría resolver un caso de desaparición abierto desde hace más de medio siglo.
El pescador Brody Loch y su acompañante estaban en el río Mississippi, en Sartell, Minnesota, cuando encontraron un Buick Electra de los años sesenta con huesos humanos dentro.
Los investigadores confirmaron mediante el número de identificación vehicular (VIN) que correspondía a un hombre desaparecido en 1967.
Cómo fue el descubrimiento
Loch relató en diálogo con CNN que habían salido en busca de un pez walleye con un sonar tecnológico que usaban para localizarlo y este terminó detectando el auto oculto en las profundidades.
Tres días después, un grupo de buzos especializados ingresó al agua para examinar el vehículo. Fue entonces cuando confirmaron que en el interior había restos humanos.
El sheriff del condado de Stearns, Steve Soyka, explicó que los huesos fueron enviados al Midwest Medical Examiner’s Office para estudios forenses. Allí se realizarán pruebas biológicas y un examen de ADN familiar, ya que los investigadores lograron contactar a parientes de la persona que creen que ocupaba el vehículo.
Soyka aclaró que existía el temor de que el Buick se desarmara al intentar retirarlo, debido a los más de 50 años que llevaba sumergido. Sin embargo, el operativo de rescate sorprendió a todos, ya que el auto emergió en condiciones más estables de lo esperado.

A quién pertenecía el auto encontrado en el Río Mississippi
Tras trabajar con una empresa de grúas para sacar el coche, los investigadores revisaron la patente y la comparación confirmó que el automóvil pertenecía a Roy Benn, un hombre desaparecido en septiembre de 1967.
Benn, originario de Sauk Rapids, Minnesota, tenía un negocio de reparación de electrodomésticos en St. Cloud. Según la Oficina de Aprehensión Criminal del estado, fue visto por última vez la mañana del 25 de septiembre de 1967 en un local llamado King’s Supper Club, donde almorzó. Vestía un traje oscuro, camisa blanca con puños franceses y gemelos de perla y oro.

La búsqueda de Benn, quien tenía 59 años al momento de su desaparición, se extendió durante meses luego de su desaparición. Richard Greelis, un oficial de policía retirado de Bloomington que participó de la búsqueda, detalló a Star Trinune que los equipos de buceo del FBI participaron en operativos, pero las condiciones del río dificultaron cualquier resultado.
Además, en aquella época, los localizadores de peces no eran tan avanzados como los actuales, lo que redujo las posibilidades de hallar un objeto en las profundidades.
Sin pistas firmes sobre su paradero, en 1975 las autoridades lo declararon legalmente muerto. Sin embargo, para su hermano, Walter Benn, Roy no habría abandonado su vida de manera voluntaria.
Hoy, 58 años después, el hallazgo de un Buick Electra totalmente oxidado en el fondo del Mississippi podría cerrar uno de los misterios más largos de Minnesota y darle respuesta definitiva a una familia que esperó demasiado tiempo.