Un sargento y un cabo primero quedaron imputados por disparar con una escopeta antitumultos a un joven y golpear a una mujer durante un operativo ocurrido en enero. El juez Diego Chavarría Ruiz abrió la investigación, que tendrá un plazo de cuatro meses.
La Justicia neuquina abrió una investigación penal preparatoria contra dos efectivos policiales de Buta Ranquil, acusados de cometer vejaciones en el marco de un procedimiento realizado durante la madrugada del 29 de enero. La medida fue dispuesta por el juez Diego Chavarría Ruiz, quien dio lugar a la formulación de cargos presentada por la fiscal del caso, Natalia Rivera.
Según la teoría del Ministerio Público Fiscal, el hecho ocurrió tras una discusión originada por el secuestro de una motocicleta que estaba estacionada en la plaza Olascoaga. En ese contexto, un sargento y un cabo primero habrían ejercido violencia injustificada contra un joven y la mujer que lo acompañaba.
De acuerdo al relato de la fiscal, el sargento A.M.B. le arrebató el celular a la joven que registraba el procedimiento y lo arrojó dentro del móvil policial. Acto seguido, tomó una escopeta con cartuchos antitumultos y efectuó un disparo a corta distancia contra los pies del joven, provocándole lesiones en ambas piernas.
Rivera subrayó que el disparo fue realizado “sin ajustarse a la normativa vigente que regula el uso de armamento intimidatorio y disuasivo”, en referencia a la resolución 700/2 de la Policía de Neuquén.
El segundo efectivo imputado, el cabo primero J.J., intervino cuando la mujer intentó recuperar su teléfono desde la parte trasera del móvil. Allí, según la acusación, utilizó su bastón reglamentario para golpearla al menos dos veces, lo que le generó hematomas en los glúteos.
El juez Chavarría Ruiz estableció un plazo de cuatro meses para el desarrollo de la investigación preparatoria, en la que se buscará determinar responsabilidades penales y evaluar la magnitud de las lesiones y los actos calificados como vejaciones.






