El viernes, dos tornados azotaron la provincia de Misiones y áreas del sur de Brasil, causando serios daños materiales pero afortunadamente sin víctimas ni heridos. Los fenómenos meteorológicos, que se originaron a raíz de un frente frío y un sistema de tormentas severas, dejaron a su paso vehículos volcados, árboles caídos, techos volados y cortes de luz en varias localidades.
El primer tornado se registró en Dionisio Cerqueira, en la frontera con Argentina, mientras que el segundo afectó a Río Bonito do Iguaçu, en el estado brasileño de Paraná. En ambas regiones, las ráfagas de viento, que alcanzaron entre 120 y 180 km/h, provocaron daños en viviendas y estructuras. Las autoridades locales informaron que se trató de un fenómeno entre las categorías F1 y F2 de la Escala Fujita.
A pesar de los destrozos materiales, no se han reportado heridos ni víctimas fatales. La situación sigue siendo preocupante, ya que las condiciones meteorológicas continúan siendo inestables y el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina mantiene una alerta naranja por tormentas fuertes y granizo.
Este evento pone de relieve la fuerza de los fenómenos climáticos extremos que afectan a la región y la importancia de estar preparados ante situaciones de este tipo.
