La secta rusa que operaba en Bariloche sigue generando impacto, y ahora se sumó el testimonio del dueño de la casa donde se asentó la organización.
Esteban Lovi, propietario del inmueble, reveló que los inquilinos le insistieron en conocer si había cámaras de seguridad y garantizar la privacidad total del lugar.
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Según Lovi, en un principio llegaron dos mujeres –una mexicana y otra rusa– con la intención de alquilar la propiedad para un grupo de personas por un tiempo prolongado. «Desde el comienzo me pidieron discreción y querían asegurarse de que no hubiera vigilancia», detalló.
El propietario admitió que le resultó extraño el énfasis en la privacidad, pero no sospechó nada inusual hasta que más personas comenzaron a habitar la vivienda. Entre los nuevos ocupantes, conoció a dos supuestos ingenieros, uno ruso y otro serbio, quienes ayudaron a su hijo con una instalación. Luego, le informaron que habían colocado cuatro cámaras de seguridad en la propiedad.
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Mientras tanto, la investigación avanza y este jueves el fiscal Fernando Arrigo solicitará la prisión preventiva para Konstantin Rudnev, líder de la secta, junto a otros detenidos. Rudnev, quien ya había sido condenado en 2011 por violación, intentó suicidarse con una hoja de afeitar cuando fue arrestado en el aeropuerto de Bariloche.
El caso sigue en desarrollo y se espera que la Justicia determine el futuro de la secta, que operaba en la clandestinidad en la Patagonia.
Fuente: Noticias Argentinas.
Foto: TN.