García Mansilla juró como integrante del Máximo Tribunal el pasado 27 de febrero y hoy presentó su dimisión luego que el Senado de la Nación rechazara su pliego, al igual que el de Ariel Lijo, las dos figuras que por decreto había designado el Presidente Javier Milei.
El ex cortesano fundamentó su decisión en “la convicción de que la falta de integración de la Corte Suprema era un grave problema institucional que requería una solución urgente”.
El juez sostuvo que el tribunal viene funcionando desde diciembre con solo tres miembros, situación que consideró “sorprendente” y que agravó la parálisis judicial. “A esa anomalía institucional se le había sumado una nueva vacante, que agravó aún más la situación y que, incuestionablemente, requería también ser cubierta sin dilaciones”, expresó.