Por supuesto que no me puedo ir del tema central de esta Argentina que discute y discute permanentemente. Yo creo que el gobierno de Javier Milei, con algunos logros interesantes en su primer año de gestión, fundamentalmente con la baja de la inflación y con el punto final de los piquetes, puede sacar pecho y decir tenemos algunos argumentos como para mostrar que nos fue bien cuando muchos presumían que este gobierno duraba dos meses y que las fuerzas tradicionales iban a tomar el poder porque no iba a poder manejar esto.
Un outsider y un grupo tan reducido de políticos que tienen minoría en todas las cámaras que no tienen gobernadores y que no tienen intendentes. Pero me gustaría realmente que utilicen algunos logros para potenciarse y evitar confrontar permanentemente con temas que no son claros. Me gustaría que Javier Milei trate de encontrar más la unión nuestra, la de los argentinos que instalar nuevas divisiones porque me cuesta creer que lo que se dijo en Davos lo hayamos interpretado mal todos los argentinos.
Me hubiese gustado que el presidente, que es destacado en economía en el Foro Económico de Davos, se refiera a temas que tengan que ver con el renacimiento económico de una Argentina fundida. Pero no entramos en cuestiones de otra agenda. Yo sé que hay una tentación muy importante por ver lo que está haciendo Trump entrando a la segunda presidencia de los Estados Unidos con mucho vigor, con mucha controversia, pateando puertas, todo rápido, todo contundente, pero acá vivimos otros tiempos.
Y me parece que todos entendimos más allá que el presidente se enoje. Que lo acusan de decir lo que no dijo que el discurso no fue claro. Entonces recién hablamos con Venegas Lynch. Él sostiene que están de acuerdo con la diversidad, que respetan los gustos sexuales de la gente, que no van a vulnerar los derechos ganados, pero que están en contra de todo aquel privilegio que pueda tener cualquier sector minoritario en la Argentina, donde siempre tiene que aparecer alguna inyección económica o algún tipo de ventaja que no corresponde.
Y marcaba un ejemplo que yo sé que va a traer controversia. Pero con el cual yo coincido Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. En algún momento fue una institución respetada por el ciento por ciento de los argentinos y en algún momento porque se metió la política porque se las trató de usar porque el Gobierno kirchnerista le dio un ataque de derechos humanos que nunca había tenido.
En plena dictadura se mezclaron los tantos madres de Plaza de Mayo, comenzó a construir viviendas, comenzó a contratar gente, comenzó a incumplir contratos, comenzó a unirse con personas muy particulares, como los señores Schoklender, y pasó todo lo que pasó. Perdieron el respeto de gran parte de una sociedad que vio atrás de los derechos humanos, también algún tipo de beneficio o de ventaja económica.
Y yo les dije acá mil veces que yo no estoy de acuerdo con que cierren el INA, pero no quiero que INADI lo comande una persona no apta como la señora D. Como tampoco estoy de acuerdo que no estemos regulando algún tipo de derecho monitoreando algún tipo de derecho, pero con aptitud y con gente que sepa, cuide y protege los derechos de las personas que están en situación minoritaria. Argentina ha hecho un gran avance en esta materia, pero con gente seria.
Por supuesto que siempre hay excepciones. Aquellos que van a pedir ministerios, aquellos que van a pedir dinero, aquellos colectivos que van a defender a los amigos, pero se van a olvidar de los que piensan diferente porque los consideran enemigos. Pero el presidente de la nación en su discurso, por más que diga que lo que dijo no es lo correcto, porque se interpretó de otro modo, el presidente citó algunos ejemplos donde no habló de individualidad, sino que llevó estos ejemplos al común de los casos y por eso la reacción del fin de semana relacionó a los weyes con la pedofilia. Relacionó a todos aquellos que se perciben de otro género, como Chas y como personas oportunistas.
Y me parece que hubo que buscar un retroceso o una explicación por la contundente respuesta del fin de semana. Tiene un condimento electoral siempre, pero también hay mucha gente que de buena fe dice no es momento para abrir otra grieta. No es momento para discutir derechos que están ganados.
Sí es el momento siempre para observar si hay algún tipo de irregularidad y alguno cruza una raya para obtener algún tipo de beneficio económico o inventar algún curro atrás de una buena causa y una noble importante defensa de los derechos de aquellos que están en minoría y que por lo general, sufren.
El otro tema importante hoy lunes, abriendo una nueva semana importante del punto de vista que están pasando cosas gravísimas en materia de inseguridad. Hoy sale un informe de la Superintendencia de Seguros donde dice que el delito de robo de motos se ha duplicado dos coma cinco y no se hace absolutamente nada. Estamos contando un sinfín de asaltos con moto chorros en la provincia de Buenos Aires y el ministro Javier Alonso no está a la altura de la circunstancia. El ministro fue a una reunión con Waldo Wolf. No coincidieron en nada y salió a plantar Tuits creyendo que con los tweets arreglamos la vida de los bonaerenses.
Hoy a veintisiete días del mes de enero. Tenemos veinticinco policías atacados en la provincia y tenemos hechos gravísimos. Con gente que ha muerto, con gente que está herida y con gente que está con miedo. Y me parece que es una buena oportunidad, más allá de estar preocupadísimo por la interna, si desdoblan o no desdoblan, si se separan o no de Cristina Fernández de ponerse a trabajar en un tema tan sensible como es la inseguridad, seis de cada diez motos se roban en el conurbano. Estamos hablando de moto chorros todos los días. No encuentro un político de la provincia de Buenos Aires hablando del tema y no encuentro al ministro de Seguridad a la altura de la circunstancia.
Ojalá que sea una semana distinta, con medidas, con diálogo y con la posibilidad de hacernos sentir un poco más seguros, porque Argentina durante años debatió un tema central como la inflación. Pero les prometo, y aunque no lo crean, que uno de los temas centrales de la próxima campaña que se viene va a ser la inseguridad, porque vivimos con mucho miedo.