Hay frases, textos y palabras del poeta Eduardo Galeano que andan por ahí, como canto rodado, a su aire, de la mano de muchos lectores u ocasionales navegadores de las redes. Porque el escritor uruguayo, fallecido el 13 de abril de 2015, no solo dejó numerosos libros, sino también una lista larga de entrevistas televisivas y registros sonoros de sus escritos. Es común tropezarse con ellos sin buscarlos en las redes sociales.
Quizá sea una clave para comprobar la popularidad de alguien. “Debe ser de los muy pocos autores de lengua española de no ficción más leído en el mundo”, afirmó Pedro Daniel Weinberg, docente e investigador de la Universidad Pedagógica Nacional y profesor honorario del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, al participar de una charla organizada por la Universidad de Misiones en 2024.
Además, Winberg fue amigo de Galeano y comentó, para ratificar la vigencia, que todos los días le llegan notificaciones de los buscadores de internet donde se habla del escritor por distintos motivos.
La obra trascendental de Galeano
El investigador enumeró los comienzos del escritor charrúa en publicaciones como “Marcha” y “Época”, donde Galeano empezó a mostrar sus pensamientos políticos, que luego decantaron en “Las venas abiertas de América Latina”, entre tantísimos títulos. “Fue coherente con sus ideas hasta el final de su vida”, apuntó Winberg. El libro fue publicado en 1971 y trata sobre al historia de la región desde los tiempos de la colonia hasta la actualidad, pasando por una crítica a los países imperialistas como Estados Unidos y el Reino Unido. Su escritura fue en momentos turbulentos, el paso previo a la sucesión de golpes de Estado en Chile, Uruguay y Argentina.
“Ese libro nos abrió caminos para entender las dictaduras de derecha que se volcaban en América Latina”, señaló Ana María Gorosito, profesora emérita de la UNaM, docente e investigadora del Departamento de Antropología Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (UNaM), entre otros cargos.
La especialista valoró que Galeano “movió la esfera académica al arte con su inteligencia y sencillez” y fue un hombre consecuente en la defensa de los más desposeídos, de los “nadies”.
Por su parte, Winberg lamentó que la obra de Galeano no sea valorada como se lo merece. “Está subvalorado porque los académicos lo han negado siempre. Muy a mi pesar, se lo estudia más en los Estados Unidos”, apuntó. Pese a es ninguneo, miles y miles de lectores lo tienen siempre a mano y le dan calor a su nombre como un mar de fueguitos.