La Facultad de Bromatología de Gualeguaychú también sufre la salida de docentes frente a los magros salarios y malas expectativas. Más de veinte profesionales han abandonado sus cargos desde diciembre a la fecha.
La Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) reveló días atrás que casi 10 mil docentes han abandonado sus cargos en instituciones públicas desde diciembre de 2023.
En ese contexto, Andrés Sabella, rector de la UNER, confirmó que en el ámbito de esta institución 131 trabajadores decidieron desvincularse de la universidad en el período comprendido entre enero de 2024 y junio de 2025.
La pérdida del poder adquisitivo y la búsqueda de mejores condiciones laborales son las principales causas de esta tendencia que se replica en todas las universidades nacionales.
La Facultad de Bromatología dependiente de la Universidad Nacional de Entre Ríos no es la excepción.
Una alta fuente de la facultad le dijo a R2820 que, desde diciembre del año pasado a la fecha, unos 23 docentes han decidido renunciar al trabajo ante la caída abrupta de los salarios y las pocas expectativas de un mejoramiento en lo inmediato.
“Históricamente, nadie trabajó en la universidad para enriquecerse. Aquí puntualmente lo que sucede es que para las carreras nuevas traemos profesores de otras ciudades, docentes con experiencia, que tienen currículum, antecedentes y demás. Estos profesores son asistidos por personas que ocupan cargos iniciales. Son auxiliares de primera o jefes de trabajos prácticos. Ellos asisten a los profesores titulares. Son profesionales de la ciudad o de localidades cercanas que se van formando en la carrera docente” sostuvo.
El profesional explicó que “estos profesores no tienen mayormente antigüedad, por lo tanto, el rubro de antigüedad no lo suman al salario. En la facultad los cargos están condicionados por el puesto y la dedicación, es decir, cuántas horas tenés o dedicación semanal. El cargo simple son 10 horas, el cargo parcial son 20 horas y el cargo exclusivo son 40 horas semanales. Entonces, la mayoría de las designaciones son simples, por lo tanto, las remuneraciones en esos niveles son escasas”.
“Insisto –indicó- no es lo que la facultad quiera proporcionar. No hay presupuesto para darle más cargo, para darles una dedicación parcial o para darle una exclusiva. Hay para una materia que tiene una carga horaria de cinco u ocho horas semanales y se le otorga el cargo simple. Esto, a la vez, tiene otra implicancia, porque después no podés pedir que se desarrolle una investigación o que se desarrolle la extensión. De todas formas, es importante tener cargos parciales para que se genere conocimiento, para fortalecer la función universitaria”.
“En ese plano nosotros hemos tenido renuncias. En el año se suman 23 dimisiones sobre una plantilla de aproximadamente 300 docentes” confió a R2820.
Y agregó “En la medida que se puede, se van consiguiendo perfiles con otras expectativas: profesionales que no dependan de la remuneración sino de su pasión por dar clases en la universidad. Está claro que los salarios han quedado muy atrás”.
Línea naranja: dedicaciones simples.
Líneas verdes: 20 horas semanales
Líneas grises: 40 horas semanales.
Naranja fuerte: Jefe de trabajo práctico
La fuente explicó que “las remuneraciones tienen una garantía de ingreso mínimo. En definitiva, el escenario no es bueno, porque si tenés que trasladarte de otra ciudad hacia la nuestra, la situación es insostenible. El piso serían hoy unos 250.000 pesos. Ese sería el piso para el profesor auxiliar y para un jefe de trabajo práctico. Esa es la garantía salarial que tienen hoy. Y si hay aumentos, no se siente, porque al estar por debajo de la garantía, lo que va aumentando es el sueldo hasta que entra a otro nivel. Recién superado el nivel de garantía empieza a aumentar” concluyó.