La economía cordobesa atraviesa un momento delicado. Así lo refleja el último Monitor de Empleo y Salarios elaborado por el Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES), que advierte sobre una desaceleración del mercado laboral, una pérdida significativa del poder adquisitivo y una creciente presión sobre los ingresos de los trabajadores.
En marzo de 2025, el empleo registrado en Córdoba cayó un 0,1% respecto al mes anterior, cortando una racha de dos meses de subas. Si se toma como referencia noviembre de 2023, la caída es del 1,7%, y en comparación interanual (marzo 2024 vs. marzo 2025), la merma es del 0,8%. Esta dinámica se da en un contexto de caída de los indicadores principales de actividad (industria, minería y construcción), sumado a un clima de incertidumbre política y económica.
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Entre los casos más emblemáticos del impacto en el empleo se encuentra el anuncio de FAdeA (Fábrica Argentina de Aviones), que prevé reducir un 23% de su planta laboral. A esto se suma la paralización de obras en barrios populares de Córdoba por la supresión del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), lo que dejó sin trabajo a más de 150 integrantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y afectó a más de cinco millones de personas que aguardaban mejoras en servicios básicos.
Sin embargo, también hay iniciativas que intentan dinamizar el empleo. El gobernador Martín Llaryora firmó contratos para construir dos altoniveles en la ciudad de Córdoba, lo que generaría unos 350 puestos de trabajo directos.
Salarios en retroceso
El informe del OTES también advierte sobre el deterioro del salario real. Durante abril se reabrieron varias negociaciones paritarias, como la del gremio SMATA, que logró un aumento cercano al 8%. Sin embargo, ese acuerdo se extiende hasta junio, generando incertidumbre sobre su sostenibilidad frente a una inflación todavía elevada.
Otros gremios como UOM (metalúrgicos) y UOCRA (construcción) no lograron aún cerrar nuevas paritarias, por lo que sus salarios han quedado rezagados. El gobierno nacional, por su parte, decidió no homologar aumentos por encima de sus proyecciones de inflación, buscando utilizar los sueldos como «ancla» para contener los precios.
En este escenario, el Salario Mínimo Vital y Móvil, que se actualizó a $308.200 en mayo, acumula una caída real del 31,3% desde noviembre de 2023. A nivel provincial, los gremios SEP (Sindicato de Empleados Públicos) y UPS (administrativos) continúan negociando un acuerdo anual con cláusula gatillo, mientras que la AGEPJ (judiciales) exige una recomposición por la pérdida del 40% del poder adquisitivo.
Expectativas y contexto nacional
Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), se espera para 2025 una inflación en torno al 6,3%-6,5% mensual y un crecimiento del 5,5% en el nivel de actividad. Sin embargo, estas estimaciones contrastan con la realidad local, marcada por políticas de ajuste, caída del consumo y un tipo de cambio más controlado que aún no dinamiza la producción interna.
La eliminación de aranceles a la importación, promovida por el gobierno de Javier Milei, agrega una nueva fuente de incertidumbre sobre la capacidad de la industria local para competir con productos externos.