Fue la primera vez en la historia de la provincia que se ordenó evacuar una localidad completa por actividad volcánica. El Copahue había entrado en erupción y se temía un desastre mayor.
El 29 de mayo de 2013, hace exactamente 12 años, la localidad de Caviahue-Copahue vivió un momento sin precedentes: fue evacuada en su totalidad por orden de Defensa Civil ante el riesgo de una erupción mayor del volcán Copahue.
La alerta había sido emitida por el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (SERNAGEOMIN) y por el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), que informaron un aumento significativo en la actividad sísmica y fumarolas del volcán, ubicado justo en la frontera entre Chile y Argentina.
El gobierno neuquino, en conjunto con organismos nacionales y fuerzas de seguridad, activó el Plan de Contingencia Volcánica y en pocas horas organizó el traslado de más de 800 habitantes, entre vecinos de Caviahue, Copahue y personal turístico. Muchos fueron reubicados en Loncopué, Las Lajas y Zapala, mientras otros salieron por medios propios.
Aunque finalmente no se produjo una erupción explosiva, las columnas de ceniza y gases se mantuvieron activas durante semanas, afectando la actividad turística y la producción ganadera en la región.
El operativo fue inédito en la historia de la provincia: nunca antes una comunidad entera había sido evacuada por peligro volcánico. La situación puso a prueba la capacidad de respuesta de la Protección Civil neuquina, pero también dejó enseñanzas sobre la necesidad de protocolos claros y una infraestructura de monitoreo constante.
Hoy, a más de una década, el 29 de mayo de 2013 sigue siendo un hito en la gestión del riesgo volcánico en la Patagonia. Caviahue lo recuerda no solo como un día de miedo e incertidumbre, sino también como el momento en que la comunidad priorizó la vida por sobre todo.