En la ciudad de Salta, cuatro de cada diez veredas presentan algún tipo de deterioro, según datos relevados por la Subsecretaría de Control Urbano. El diagnóstico incluye desde sectores completamente destruidos hasta tramos con apenas cinco o seis baldosas sueltas, lo que genera serios problemas de transitabilidad y seguridad.
En la ciudad de Salta, cuatro de cada diez veredas presentan algún tipo de deterioro, según datos relevados por la Subsecretaría de Control Urbano. El diagnóstico incluye desde sectores completamente destruidos hasta tramos con apenas cinco o seis baldosas sueltas, lo que genera serios problemas de transitabilidad y seguridad.
Frente a esta situación, el municipio puso en marcha el plan “Mi Vereda”, una iniciativa que apunta a reparar veredas dañadas a través de un sistema que combina intervención directa del Estado y aporte vecinal financiado.
“La realidad es que la ciudad no podía seguir esperando. Las veredas están rotas y no se puede caminar con normalidad. Por eso decidimos dejar de multar sin solución y empezar a ejecutar las obras directamente, cobrando el costo real al vecino”, explicó Gastón Viola, subsecretario de Control Urbano.
Obras en marcha y financiamiento
El plan ya comenzó en zonas como el parque San Martín y la Legislatura, con dos empresas trabajando desde hace dos semanas. Las próximas etapas se extenderán hacia el este de la ciudad.
Los frentistas reciben un detalle del costo de la obra, que puede financiarse en hasta seis cuotas sin interés. El valor promedio para una vereda estándar ronda entre $30.000 y $80.000, dependiendo del daño.
“El vecino se saca un problema de encima. Por un valor accesible y en cuotas, tiene una vereda segura para él, su familia y cualquier persona que transite por allí”, aseguró Viola.
El arbolado también entra en el plan
Uno de los factores que más afecta las veredas es el crecimiento descontrolado de raíces. Ante esto, el municipio analiza cada caso junto con el área de Ambiente. Si el árbol está sano, se amplía la casuela; si hay daños mayores, se podan raíces o se reubica el ejemplar.
Los reclamos pueden hacerse por la app ciudadana o directamente en el CCM, donde se coordina la inspección y el seguimiento de cada caso.
Obras inconclusas y responsabilidad empresarial
En paralelo, la municipalidad también gestiona la finalización de 37 obras de cañerías iniciadas por Agua del Norte, que fueron abandonadas por falta de financiamiento. Desde hace tres meses, la provincia comenzó a retomarlas. Se intimó a las empresas responsables a señalizar adecuadamente las zonas y avanzar con los cierres para evitar accidentes.