Poco importó la difícil realidad económica que se vive en el país o lo que se dijera de esta Supercopa Internacional.
Para el hincha de Talleres no hay título de partido que importe, sea amistoso o uno decisivo, con una copa en juego.
El hincha de Talleres va, va y va. Lo demostró nuevamente este miércoles, con la disputa de la Supercopa ante River.





Desde el comienzo de semana empezaron a darse los viajes desde Córdoba con destino a Asunción, en Paraguay, para estar presentes en la Nueva Olla.
Y todos se juntaron en la previa del encuentro en las inmediaciones del estadio para sentir ese amor único y diferente por el Matador.
Los hinchas de la “T” nuevamente demostraron su fidelidad y su sentimiento hacia los colores, dejando todo de lado por estar.
Sin dudas, la fidelidad y el amor por el Albiazul no entiende de competencias. Es eterno.