Barcelona
El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado esta misma semana la incoación de un expediente por insalubridad para tratar de resolver el grave problema que desde hace meses padecen los usuarios de un parking de la calle Béjar, en el barrio de Hostafrancs, donde malviven una decena de personas dedicadas al trapicheo de drogas y al prostitución en un ambiente de absoluta degradación humana.
El Consistorio, a partir de los informes elaborados por la Guardia Urbana, y un día después de que La Vanguardia denunciara la situación que se vive en el parking de los horrores, ha informado que ha requerido una intervención por motivos de salubridad de vaciado, limpieza y desinfección de los espacios ocupados por motivos.
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El Ayuntamiento de Barcelona insta a la propiedad del parking de los horrores a llevar a cabo las actuaciones necesarias para evitar que personas ajenas al alquiler de plazas de estacionamiento puedan acceder a las instalaciones, pernoctar en ellas o realizar cualquier tipo de actividad distintas de la de aparcamiento.
Fuentes municipales han explicado a este diario que hoy mismo la Guardia Urbana ha recibido una comunicación de la empresa propietaria en la que manifiesta su compromiso de que el próximo lunes, 5 de mayo, llevará a cabo la limpieza de las instalaciones, reforzará la seguridad de los accesos y pondrá vigilancia privada durante un tiempo.
Según las mismas fuentes, desde el pasado mes de marzo, cuando el distrito de Sants-Montjuïc y la Guardia Urbana del barrio tuvieron conocimiento de la situación del parking, se personaron en el lugar acompañados de un representante de los vecinos afectados.
La primera inspección
Ya en esa primera inspección, constataron la presencia de suciedad y trastos en las escaleras de acceso al parking, que tiene cuatro plantas subterráneas. Asimismo, comprobaron que un grupo de unas cinco personas afirmó pernoctar en el parking desde hace un tiempo. En el algunos casos, asegura el Ayuntamiento, se intentó vincular a estas personas con los servicios sociales para que fueran atendidas.
El parking de los horrores es de propiedad privada y más del 80% de las plazas son de una empresa inmobiliaria. A mediados de abril, los vecinos mantuvieron una reunión con los representantes de la propiedad en la que esta asumió el compromiso de ponerse las pilas para resolver el problema cuanto antes.
Enseres personales en una de las escaleras del parking
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Desde el distrito y la Guardia Urbana, tal y como se ha hecho desde que se tiene conocimiento del caso, se ha desarrollado una labor de mediación e información, tanto al vecindario como a los ocupantes del parking que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Recuerda el Ayuntamiento de Barcelona que cuando se trata de una propiedad privada son los propietarios quienes tienen la obligación de velar por el correcto mantenimiento y uso del espacio y, en el caso que sea pertinente, son ellos los que han de denunciar la situación al juzgado.
