Estamos habituados a ver cómo los biopics musicales son un auténtico tour de force por parte del intérprete protagonista. En muchos casos se deja la piel engordando, adelgazando o absorbiendo todo tipo de información para encarnar a la figura en cuestión de la forma más auténtica posible. Y si no que se lo digan a Austin Butler por Elvis, Rami Malek por el Freddie Mercury de Bohemian Rhapsody o Marion Cotillard por dar vida a la mítica Edith Piaf en La vida en rosa. Todos ellos resultaron premiados por su intenso trabajo.
]]>