El monumento al bombero es una estatua erigida en 1967 en una pequeña zona ajardinada en la esquina de las calles Provença y Villarroel, junto al antiguo parque central del cuerpo en Barcelona. La estatua representa a un bombero con una niña en brazos que hoy se encuentra en un rincón del patio del Espai Bombers, en la calle Lleida. Lo que pocos saben es que un bombero real, Francesc Gascón Albero, sirvió de modelo para el popular monumento.
La estatua fue inaugurada el 26 de enero de aquel año por el alcalde José María de Porcioles y el delegado entonces de Radio Nacional de España, José Luis Torres Cáceres, pues la iniciativa había partido de la cadena. El monumento fue encargado al escultor Sebastià Badia. La estatua pasó a ser un memorial a los bomberos fallecidos. Ocurrió de forma espontánea, pero enseguida se institucionalizó que cada año, por la fiesta patronal del cuerpo, se depositara un ramo de flores a los pies de la escultura. En 1996, por iniciativa de un grupo de bomberos ya jubilados, se impulsó añadir una placa en recuerdo de los compañeros que ya no estaban.
Homenaje a los bomberos fallecidos
Cuando en el año 2010 se demolió el parque de Villarroel, se trasladó el monumento al Poblenou, junto al cuartel de Llevant, en la calle Castella. Más tarde, se llevó a su ubicación actual, en el antiguo parque del Poble-sec, en la calle Lleida, construido para dar servicio a la Exposición Internacional de 1929 y hoy reconvertido en espacio museístico. La estatua del bombero rescatando a una niña permanece junto a la entrada de Espai Bombers desde el 11 de noviembre de 2016.
Desde entonces, el monumento sigue cumpliendo su función de homenaje a los bomberos ya fallecidos, en especial a los que lo hicieron en acto de servicio. Y es también un homenaje particular a Francesc Gascón Albero, el bombero que hizo de modelo.