LIMA – En la década 2012-2021 hubo un promedio anual de 13 000 muertes relacionadas con el calor en América Latina y el Caribe, 2,2 decesos por cada 100 000 personas al año, duplicando la tasa de 1,1 registrada en el lapso 1990-1999, indicó un informe de Lancet Countdown Latin America divulgado en esta capital peruana.
“Se ha producido un aumento sostenido de la mortalidad relacionada con el calor en América Latina y el Caribe entre 1990 y 2021, con un incremento especialmente notable en el número de muertes a partir de 2008”, indica el estudio auspiciado por la bicentenaria revista científica británica The Lancet.
El informe es fruto de la colaboración entre 25 instituciones académicas y 47 investigadores, quienes analizaron datos para 17 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
El aumento de 103 % en los índices de mortalidad relacionados con el calor está en el centro de las preocupaciones de esa comunidad académica, tras constatar que 2024 ha sido el año más cálido jamás registrado a nivel mundial.
El año pasado las poblaciones de la región estuvieron expuestas a un aumento promedio de la temperatura de un grado centígrado (°C) en comparación con la primera década del siglo y con diferencias entre países. Por ejemplo, en Bolivia la temperatura fue dos grados más alta, en Venezuela 1,7 °C y en México 1,6 °C.
El estudio analizó un total de 41 indicadores, entre los que destaca la exposición a las cada vez más frecuentes olas de calor, tras constatar un aumento sustancial en la exposición de las poblaciones vulnerables a esos fenómenos entre 2015 y 2024, en comparación con el período 1981-2000.
Por ejemplo, los niños menores de un año estuvieron expuestos a 4,5 veces más de días de olas de calor en el lapso 2015-2024, mientras que los adultos mayores de 65 años enfrentaron una exposición 10 veces mayor en comparación con 1981-2000.
Las olas de calor son períodos sostenidos de temperatura extremadamente alta, con relación al promedio, para una región determinada.
El estudio observó diferencias importantes entre países en los días en los que las personas estuvieron expuestas a esas olas. En menores de un año, estos días de exposición aumentaron casi dos veces más en Chile y 2,3 veces más en Uruguay, mientras que en Guatemala y Venezuela alcanzaron casi 19 y 20 veces más.
En adultos mayores de 65 años los aumentos son aún más pronunciados, superando 10 veces más los días de exposición a olas de calor en 12 países y llegando a más de 50 veces más en Venezuela y 60 veces más en Colombia.
El impacto del calor no solo es crítico en infantes y adultos mayores, pues cualquier persona está en riesgo. Entre 2015 y 2024, la exposición individual anual a riesgo de estrés térmico moderado aumentó en 298 horas adicionales al caminar (+29 %), y en 289 horas adicionales (+24 %) al correr, en comparación con el período 1991-2000.
Los países con los mayores aumentos netos en este indicador son El Salvador (+682 horas para caminar y +549 horas para correr), Venezuela (+634 horas para caminar y +588 horas para correr) y Ecuador (+551 horas para caminar y +531 horas para correr).
Chile tuvo el menor aumento neto, pero el mayor aumento relativo, con un incremento de 1,5 horas de riesgo de estrés por calor al caminar (+548 %) y de siete horas al correr (+276 %).
Yasna Palmeiro, experta chilena en Salud Pública y coautora del informe, dijo que “estas cifras confirman una tendencia preocupante gatillada por el cambio climático: el aumento de las temperaturas ambientales está poniendo en riesgo la salud y bienestar de las personas”.
“Como profesionales de la salud enfrentamos una encrucijada, ya que por una parte recomendamos a las personas realizar ejercicio físico y mantenerse activas, pero las condiciones climáticas están siendo cada vez más extremas y los veranos mucho más calurosos, lo que limita este tipo de actividades y pone en riesgo la salud”, agregó.
El impacto del calor también es un tema económico. Las pérdidas laborales relacionadas con el calor alcanzaron los 52.000 millones de dólares en 2024, lo que un aumento de 12,6 %, que afectó sobre todo a la agricultura y a la construcción.
El informe también ofrece datos de incendios forestales, cuyo riesgo aumentó una media de 8,2 días (26,4 %) en 2020-2024, en comparación con 2003-2007. Los mayores incrementos se observaron en Chile (30,5 días, +105 %), México (17,6 días, +28,5 %) y Bolivia (16,7 días, +82,6 %).
Stella Hartinger, directora de Lancet Countdown Latin America, dijo que “con este informe ponemos de manifiesto los profundos retos que el cambio climático plantea para la salud, el bienestar y los medios de vida de las personas”.
Al mismo tiempo “supone un llamado para pasar de las promesas a una movilización colectiva equitativa en favor de una acción climática ambiciosa que proteja la salud y construya un futuro próspero y saludable para todos”.
La publicación se muestra como una contribución directa al espíritu de la 30 Conferencia de las Partes (COP30) sobre cambio climático de las Naciones Unidas, que se inicia el 10 de noviembre en Belém, en el norte de Brasil, y a su espíritu de “Mutirão Global”, traducido como “esfuerzo colectivo global”.
Como medida excepcional en estas COP anuales, esta vez estará precedida por una cumbre climática, el 6 y el 7 de noviembre, en la que participarán los jefes de Estado y de gobierno.
La medida extraordinaria fue tomada el último mes, para así no congestionar más el grave déficit de alojamiento en la ciudad amazónica, que ha complicado la presencia de las 50 000 personas previstas para concurrir a la COP30.
A-E/HM





