Perder peso no es solo una cuestión física, es una batalla mental, emocional y muchas veces social. Cambiar la rutina de alimentación significa, en muchos casos, despedirse de hábitos que llevamos años construyendo. No es fácil decirle “no” a lo que antes nos reconfortaba, ni resistir la tentación en un mundo donde la comida está tan ligada a celebraciones, emociones y cultura.
El chef italiano Matteo Grandi explicó, a través de su página de Instagram, como consiguió perder 90 kilos en tan solo ocho meses. El truco consistió en dejar de comer dos alimentos en concreto.
Como suele ser habitual en estos casos, todo empezó con una revelación. Matteo se dio cuenta de que sus hábitos alimenticios no eran los mejores y decidió por su cuenta que era hora de ponerse manos a la obra: «Consumido por la vida y los compromisos, perdí de vista mi bienestar. No solo a nivel estético, también mi salud. De repente se me encendió una luz en la cabeza. Lo único que me hace falta es fuerza de voluntad, el resto empieza después”, explica en sus redes.

Cambio positivo
Matteo llegó a pesar más de 185 kilos decidió dejar de tomar dos alimentos: “Eliminé los carbohidratos y azúcares. Esto fue lo que realmente cambió mi vida. Sabía que eran los principales culpables de mi aumento de peso. Desde que los saqué de mi dieta, me siento increíblemente mejor. Mi energía está por las nubes, mi mente está clara y trabajo con el doble de productividad”, comenta.
Después de alimentar de su rutina los alimentos procesados pronto llegaron los resultados: “Perdí los primeros 15 kilos, mi piel mejoró, la psoriasis de mis codos desapareció…hasta mi sudor dejó de oler. Era evidente que mi cuerpo estaba inflamado”, relata.

El chef cuenta que los efectos de su decisión llegó también a su mente: “Ahora voy al gimnasio, esquío y corro. Me despierto muy lúcido. Antes me costaba levantarme. Fue como salir de un banco de niebla”, termina diciendo.
Video
La historia del chef que bajó 90 kilos.
Los carbohidratos se encuentran en muchos alimentos
Granos: Pan, fideos, pastas, cereales, arroz, trigo, cebada, centeno, avena y mijo
Frutas: Manzanas, bananas, mangos, melones y naranjas
Verduras con almidón: Papas y maíz.
Legumbres: Porotos secos, lentejas y guisantes
Productos lácteos: Leche y yogurt
Dulces: Galletitas, tortas, caramelos, mermelada, jalea, miel, y otros postres
Bebidas: Jugos, gaseosas, bebidas de frutas, bebidas deportivas y bebidas energéticas con azúcar
Alimentos con exceso de azúcar
Cereales endulzados
Galletitas dulces, pasteles, tortas
Jugos industriales, bebidas deportivas y energéticas
Panes, pastas y tortillas, especialmente los elaborados con harina blanca
Frutas enlatadas con azúcar agregada
Chocolates y postres lácteos
Mayonesa, ketchup, salsa barbacoa
Mermeladas
Cacao soluble
Panes industriales