El comedor comunitario Casa Feliz es uno de los tantos proyectos que impulsó René Mendoza en el barrio San Cayetano, de González Catán, con el objetivo de asistir las necesidades de los vecinos de esa zona del sur del partido de La Matanza. Tras su asesinato en 2021, su familia continuó su legado y, el último fin de semana, celebraron los 25 años del espacio junto a grandes y chicos.
“Cuando comenzamos en el año 2000, esto era algo chiquito, minúsculo. Fue mi papá quien siempre tocaba puertas, conocía gente y visibilizaba la realidad de este barrio tan carenciado. Este espacio creció gracias a su esfuerzo, aunque ahora se nos complica cada vez más por la situación económica que atravesamos”, expresó Rocío Mendoza, hija de René, en comunicación con El1.

El festejo reunió a 80 niños más adultos que compartieron una jornada de actividades recreativas. “Preparamos comidas para todos gracias a diversas organizaciones que colaboran con nosotros. Además, contamos con la presencia de payamédicos de la UNLaM que se acercaron de manera desinteresada, de corazón, para hacer reír a los chicos y jugar con ellos”, indicó.
En este sentido, recordó una frase clave de René. “Mi papá siempre decía que la sonrisa de un niño no tiene precio. Por eso tratamos de seguir el camino que inició acá en el barrio. A veces nos cuesta un poco más, pero tratamos de continuar, teniendo en cuenta nuestras posibilidades”, consideró.
La viuda de René, Gloria Callejas, se encuentra a la cabeza del comedor. “Mientras siga viva, voy a seguir lo que René empezó. Desde chica empecé a ayudar a los niños, primero en Bolivia y luego en Argentina con René. Damos gracias a todas las personas que nos ayudan para que no nos falte nada”, manifestó a este medio.
En el marco de la celebración por los 25 años del comedor, la familia Mendoza repartió ropa y calzado para grandes y chicos del barrio San Cayetano. Además, entregaron canastas familiares. “Me siento tranquila y feliz. Todos se fueron muy satisfechos”, destacó.